Por lo visto, hay cosas que no cambian. Esta temporada, la capacidad de reacción del Tecnyconta, la fe con independencia de quién tenga enfrente y cómo vaya el partido. Y en general, los resultados del equipo aragones contra el Real Madrid. 25 enfrentamientos oficiales en Liga (a los que hay que sumar uno más en Supercopa y otros dos en Copa del Rey) y una sola victoria para los zaragozanos. Los últimos 21 partidos entre ambos han tenido color blanco. El de hoy también, sobre todo por Walter Tavares. El siete pies caboverdiano ha sido el muro en el que se estrelló la fe, la entrega infinita del Tecnyconta. Sus 2,20 de altura, los 7 tapones que ha puesto, los 11 rebotes y, sobre todo, su influjo en la zona, han modificado por completo el partido y dejan líder al Real Madrid. El Tecnyconta puede seguir soñando y tendrá que seguir peleando para meterse en playoff.

Tavares ha sido la clave, multiplicada exponencialemente por la baja de Fran Vázquez y su capacidad para haberlo sacado fuera de la pintura, pero no el único motivo. El Real Madrid ha anulado bien a los exteriores aragoneses, sobre todo a un Okoye que no ha podido brillar como acostumbra y que al final ya no sabía cómo zafarse de sus sombras. El Tecnyconta no ha encontrado el camino de tres (acabó con un pobre 24% de acierto, 4/17), lo que le ha obligado a intentarlo aún más por dentro, topándose una y otra vez con Tavares. En ataque, la conexión Campazzo-Tavares ha sido letal al principio para el Tecnyconta y, en defensa, el pívot ha anulado la capacidad de reacción aragonesa. El conjunto de Fisac ha logrado llevar el duelo a la máxima igualdad para encarar los minutos decisivos (60-60, con 8.50 por delante) y entonces ha ingresado Tavares en el partido. Cuando ha dejado la pista a 1.22 el marcador era 64-81. Es decir, en siete minutos el Tecnyconta solo ha podido hacer cuatro puntos.

RECUPERACIONES / Ahí se ha acabado el partido. Hasta entonces se había visto un poco lo habitual. El Real Madrid ha hecho rotaciones pero no se ha dejado en casa ni un solo gramo de esfuerzo porque no puede despistarse si quiere acabar líder la fase regular. El Tecnyconta se ha presentado con una gran actividad defensiva que le ha permitido robar y correr durante los primeros minutos, pero no ha tenido el acierto necesario. Tras un inicio de poca anotación (10-10, minuto 7), la velocidad de juego de Campazzo y la contundencia de Tavares han marcado la primera diferencia (10-20, primer cuarto).

Los puntos de Alocén y Seibutis han dado aire al Tecnyconta en el segundo cuarto, pero la falta de continuidad en el acierto le han impedido acercarse lo suficiente (32-42). El inicio de la segunda parte no ha sido mejor y el equipo blanco ha llegado a los 15 puntos de distancia (32-47, min. 22). Ahí ha aparecido el Tecnyconta que pone en pie al público. El equipo aragonés ha tocado a rebato, se ha lanzado en tromba a por el partido y ha conseguido llevarlo al empate al inicio del último cuarto (60-60). Pero en esta ocasión no ha sido posible culminar la remontada, ni siquiera ha podido el equipo aragonés ponerse por delante en el marcador.

Tavares ha impulsado al Real Madrid, que al final se ha llevado un triunfo cómodo (70-85). Sin embargo, el Tecnyconta mantiene intacto su sueño y, sobre todo, el orgullo. Apenas se ha movido nadie de los más de 9.000 aficionados que han acudido al Príncipe Felipe a pesar de que el partido ya estaba sentenciado. El público se ha quedado hasta el final porque no quería irse sin hacer una cosa: aplaudir a su equipo. Ese es el gran triunfo de esta temporada.

Tecnyconta Zaragoza, 70 (10+22+24+14): McCalebb (9), Okoye (7), Barreiro (6), Radovic (2) y Justiz (6) -cinco inicial- Martín (7), Latavious (12), Berhanemeskel (3), Alocén (10), Seibutis (8), Martí y Santana.

Real Madrid, 85 (20+22+16+27): Campazzo (7), Deck (4), Taylor (9), Randolph (12) y Tavares (17) -cinco inicial- Carroll (8), Llull (8), Thompkins (5), Yusta (3), Ayón (2), Causseur (10).

Árbitros: García González, Castillo y González Gálvez.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 9.281 espectadores.