La decisión del Atlético de Madrid de expulsar al Frente Atlético del Calderón ha sido contestada por el grupo ultra, que ha amenazado a Enrique Cerezo, presidente del club rojiblanco, y a Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado. «Esto no va a quedar así. No saben con quién se están metiendo», ha advertido un miembro del grupo ultra. Mientras, la policía estrecha el cerco sobre el autor del asesinato de Francisco Javier Romero, enterrado hoy en el cementerio coruñés de Feáns.

Apenas 72 horas después de que un seguidor de los Riazor Blues muriera en los aledaños del Calderón, la reflexión que aparece en el seno del Frente Atlético tiene que ver con mantener un clima bélico. La firme decisión del club rojiblanco de expulsar al grupo ultra ha desatado la ira de los radicales. Uno de ellos ha avisado de las consecuencias que tendrá su salida de la grada.

«No pueden sacar un comunicado de manera unilateral y decir que no podemos entrar en el campo. Tienen que sentarse con nosotros y hablar. Estamos bastante indignados y molestos por este desprecio que se nos hace. Nos sentimos discriminados y marginados. Allí no estaba todo el Frente, sino unos pocos. Ahora se ha iniciado la caza de brujas porque el club intenta lavar su imagen. Nuestro comportamiento dentro del campo ha sido perfecto. Somos buena gente», ha declarado a Cuatro un miembro de la peña radical.

También desveló que seguirán entrando en el Calderón pese a la prohibición que pesa sobre ellos. «Accederemos de manera individual. Vamos a ir en grupúsculos de cinco o seis», añadió el ultra.

La plantilla, escoltada

Probablemente, al hacer esas declaraciones el seguidor ultra ya conocía que la policía había desmantelado el cuarto en el que los seguidores radicales guardaban sus banderas y sus símbolos neonazis. También la policía se ha encargado de escoltar a la plantilla del Atlético desde la salida del Calderón hasta su llegada a Barcelona para medirse al L'Hospitalet en el encuentro de Copa, declarado de alto riesgo. Un buen número de policías ha rodeado a la expedición rojiblanca en el aeropuerto de Barajas. Al llegar a Barcelona, también han sido escoltados por los Mossos d'Esquadra hasta el hotel.

Unas horas antes de ese encuentro, Francisco Javier Romero, Jimmy, ha sido enterrado en un cementerio coruñés. Al sepelio han asistido más de 200 personas y no se han registrado incidentes, entre otras cosas por la fuerte presencia policial. El Deportivo no ha enviado a nadie al entierro, aunque sí ha asistido Augusto César Lendoiro, expresidente del club gallego.

Se estrecha el cerco sobre el asesino

El presidente del Deportivo, Tino Fernández, ha declarado: «Son días muy complicados para una familia que ha perdido a un ser querido y a la que queremos enviar nuestro apoyo». Mientras, la policía está muy cerca de desvelar la identidad del asesino del seguidor del Depor que acabó con la vida de Jimmy. Para ello estudia todas las grabaciones de los locales cercanos al lugar donde se produjeron los hechos. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no ha querido revelar datos sobre el estado de la investigación y se ha limitado a negar que se conociera la quedada de los ultras del Atlético y del equipo gallego. A pesar de esa afirmación, se llevará a cabo una investigación ante las informaciones que aseguran que las fuerzas del orden sabían la cita de los ultras.

Mientras, la Fiscalía de Madrid ha anunciado su intención de recurrir la libertad de nueve de los 21 detenidos que el martes quedaron en libertad con cargos después de declarar.