El Tour 2019 se quedó ayer sin su máximo favorito, sin Chris Froome, 23 días antes de que las bicis empezasen a rodar por Bruselas. El Tour se quedó también sin el aspirante que soñaba con igualar los cinco triunfos en la meta de París de Eddy Merckx, pero también de Jacques Anquetil, Bernard Hinault y Miguel Induráin.

Todo ocurrió por un despiste. Cuentan desde Francia que en el único descenso de la contrarreloj del Dauphiné que ganó el belga Wout van Aert, Froome soltó por unos instantes la mano del manillar de su bici justo cuando una ráfaga de viento lo desestabilizó para chocar contra un muro. Sufrió una fractura abierta en el fémur, en el codo y varias costillas, una lesión que lo aparta del Tour y posiblemente de lo que resta de temporada.

La caída se produjo en la localidad de Saint André d’Apchon, cerca de Roanne, al norte de Saint Etienne, en el kilómetro 11 de la contrarreloj. A Roanne fue trasladado Froome en ambulancia y desde allí un helicóptero lo evacuó hasta un hospital de Saint Etienne. Brailsford, el director del equipo Ineos, fue quien afirmó que Froome se perdía el Tour, justo horas después de confirmarlo como jefe de filas de su equipo, por delante de Geraint Thomas, quien lucirá el dorsal número 1 como último ganador de la ronda francesa y quien ahora deberá compartir jefatura junto a Egan Bernal.

El Ineos, desgraciadamente, también perdió al ciclista colombiano una semana antes del inicio del Giro de Italia, adonde había sido designado como líder del equipo, al fracturarse una clavícula al patinar en una rotonda mientras entrenaba en Andorra, donde reside Bernal.

A Froome le aguarda ahora una larga rehabilitación con la duda de saber si a los 35 años, la edad que tendrá en el 2020, seguirá estando preparado para aspirar al Tour. El año pasado tuvo que conformarse con la tercera plaza ya que pagó en la ronda francesa el esfuerzo de su agónico y épico triunfo en el Giro.