El partido de anoche no es el más adecuado para extraer conclusiones tajantes de actuaciones individuales salvo las de Drulic y Villa como polos opuestos, como antagonistas de este Zaragoza. Sin embargo, no se puede obviar el daño que le causa al conjunto aragonés, que no anda sobrado de genios ni de genialidades, que futbolistas como Movilla y Cani se borren de los partidos por circunstancias diferentes e injustificables. El canterano dilapidó frente al Bar§a, en un escenario que juzga por sí solo a los futbolistas grandes y a los que están de paso, la enésima oportunidad para darle alas al ángel que lleva dentro. Muy al contrario, El Niño dio una imagen de gran inmadurez, de desentenderse de asuntos que no fueran correr, negándose incluso la posibilidad de desbordar a su marcador en alguna ocasión.

Juego agotador

El juego de Cani resultó agotador por intrascendente, y ese vacío de fantasía en un creativo es para encender muchas alarmas. Víctor, injustamente, apostó por él en detrimento de un Galletti en mejor forma, pero el canterano no respondió a la confianza de su entrenador. Este deporte tiene escasa paciencia y suele estar gobernado por las urgencias. Si Cani no acelera su ambición e insiste en anestesiar su fantasía por miedo al qué dirán en caso de error, el banquillo puede ser su hogar mucho tiempo.

¿Movilla, por favor? Nadie responde al otro lado del hilo conductor del Real Zaragoza. La desaparición de El Pelado no sólo en el Camp Nou sino en los anteriores partidos de Liga preocupa porque no hay nadie que pueda asumir la dirección del equipo como él. Zapater le ha sacado de algún que otro apuro, pero ayer Generelo no pudo asumir esa responsabilidad y ambos se desintegraron.

El centrocampista es la referencia del balón en el nacimiento de la jugada. Sin su aportación, la pelota sale pateada desde la defensa y cae por lo general en pies del enemigo. Ni un pase que recordar, ni un centro, ni un ápice de jerarquía. Prima su recuperación. De lo contrario, el Real Zaragoza corre el peligro de partirse por la mitad.