El colegio zaragozano La Salle Montemolín tiene una de las canteras más importantes del ajedrez aragonés. Pilar Bamala es la coordinadora de la sección desde hace más de 20 años. «Empecé porque Álex Polo, mi hijo, se puso a jugar a un deporte de tanta tradición en el centro. Por aquel entonces había un grupo de padres que llevaba el torneo. Ahora se ha cumplido la 38ª edición del Torneo de La Salle Montemolín. Se celebra en febrero. El año pasado se apuntaron 420 niños. Antes se celebraba en nueve domingos consecutivos y veníamos como clavos. Ahora se hace en dos fines de semana», explica Bamala.

Tras dejar los padres la sección, la retomó Bamala con el monitor Pedro Llanes. Ahora cuenta con un tercero que es Jesús Abad. «Aquí el ajedrez siempre se hacía gratuito. Le dije al hermano Mariano que habría que cobrar a los niños por la actividad extraescolar. Y salió la iniciativa para adelante. El primer año tuvimos más de 20 niños», afirma Bamala.

Ahora el colegio que dirige Francisco Oñate cuenta con 54 niños, el club de ajedrez tiene 36 federados y está abierto a jugadores de fuera del colegio. La filosofía del ajedrez en el colegio es formativa. «A los niños les viene muy bien para el cálculo, la concentración y respeto al contrario. Tienen que disfrutar y aprender. Aunque hay de todo porque es un deporte individual», indica Bamala. Hay varias reglas de oro en la sección. «Cuando terminan la partida tienen que dar la mano al contrario y no se tienen que reír de él si se equivocan. No tienen que ser tramposos», dice.

La mayoría de los niños han disputado los Juegos Escolares. «Aunque siempre hay algún chaval al que no le gusta competir. Los de 5 y 6 años también compiten y son una gozada, aunque se les da clase aparte. También tenemos una fierecilla de 4 años. Hay que tratar que se la haga este deporte divertido». Muchos niños destacan y enseguida se ven sus posibilidades. «Muchas veces es innato y a Daniel Forcén ya se le veía desde que era pequeño. También salió de aquí Marcos Villalba, es el 23º del ránking nacional y ahora destaca Marcos Moreno, que tiene una progresión muy alta. Cuando vemos que el niño es muy bueno se les da rienda suelta aunque siga con nosotros», explica Bamala.

La Salle tiene una de las mejores canteras con Marcos Frechín. «Somos los pioneros. A Enrique Sánchez lo conozco de toda la vida y ha sido uno de los mejores monitores para los niños en el Marcos Frechín. Ibercaja coge todo lo bueno de todos los sitios. Lo bueno es sacar a los niños desde abajo». El ajedrez es un deporte con gran tirón en los colegios. «La práctica ha subido y aquí se ha mantenido siempre. Con Pedro Llanes tenemos la empresa Arlequín y llevamos 14 colegios. Hacemos una presentación rápida en cada centro, los niños tocan las piezas y esto les entusiasma. Yo me encargo de los más pequeñines. Son los que me van y además no tengo nivel para gente de más altura». El porcentaje de niñas ha subido bastante. «Tendremos 15 chicas. Pero tienen un problema. Llegan a los 12 años y no se por qué pocas continúan. En niveles altos no hay muchas, por eso se promociona mucho en Aragón que practiquen ajedrez las mujeres. En los torneos hay trofeos para chicos y chicas», explica.

El pasado 10 de junio se celebró el VII Torneo Femenino a beneficio contra el cáncer. «Llegamos al centenar de jugadoras. Había una fila cero y la inscripción era de 3 euros». La Salle Montemolín no suele hacer competiciones fuera de Zaragoza. «Hace tiempo pensamos en acudir al Torneo de Benasque, pero hacen falta muchos permisos. Me gusta este evento y es espectacular, pero siempre hay cosas que me han frenado», reconoce Pilar Bamala.