Eduardo Viñuales y Roberto del Val han cerrado su particular círculo con el Moncayo, el techo de la provincia de Zaragoza con sus 2.314 metros. Ambos son unos enamorados del gigante aragonés desde su infancia y han cumplido su sueño de escribir un libro. Se titula El Moncayo. Paraíso de los naturalistas. Lo han editado la Institución Fernando el Católico y la Diputación Provincial. Este libro es un cajón de sastre. En sus más de 500 páginas con fotos a color habla de sus pueblos, gentes, modos de vida, la climatología y la hidrología. También describe sus ecosistemas y rutas y puntos de interés junto a testimonios y dibujos de niños.

Eduardo Viñuales aún recuerda sus primeras experiencias montañeras de la infancia en el Moncayo. «Mi madre era de Tarazona y siempre hemos ido al Moncayo. Fue mi primera cumbre con ocho años de edad y me llevó mi padre. Sigue mi vinculación porque mi esposa y varios amigos son de Tarazona». El libro se presentó en el Monasterio de Veruela el 23 de junio. «Ya habré subido unas treinta veces a la cima. He ido en invierno, en verano, he dormido en la cumbre, he subido con esquís y con raquetas. Había escrito mucho sobre el Moncayo, pero nunca un libro dedicado a ello», indica Viñuales.

De todas sus rutas, Viñuales se queda con la subida a la cumbre. «Me gusta mucho la cumbre. Es una montaña solitaria que siempre llama la atención como si fuera el Fujiyama. Es como un lugar extraño en Zaragoza. En invierno hay unas temperaturas bajísimas, más que nieve hay hielo porque está muy expuesto a los vientos». También señala la cara oculta del Moncayo. «Es la zona de Purujosa, lo más recóndito de Zaragoza, la gran desconocida con sus barrancos. Abordamos el Moncayo en el libro desde Soria o Zaragoza y la Diputación Provincial lo ha comprendido muy bien».

El libro se ha elaborado en un par de años. «Este es el quinto libro que hacemos para la Institución Fernando el Católico. Hemos dado una vuelta de tuerca y hemos contado historias poco conocidas. La fotografía tiene un peso muy fuerte y estamos contentos de que un centenar de personas hayan colaborado con fotos, mapas, dibujos, textos, ideas...». El libro habla de casi todo. «Pero la naturaleza es la gran protagonista. Hablamos de las fiestas, de la gastronomía, pero siempre vinculándolo a la montaña, a la climatología, el paisaje, los bosques... El medio natural es el protagonista de la guía. Queríamos hacer un homenaje puro y duro al Moncayo salvaje», dice Viñueles, que recuerda que el Moncayo «pudo ser el tercer parque nacional de España. Los vecinos de Tarazona emprendieron en 1926 una campaña a nivel nacional. Al final fue el cuarto espacio natural protegido», apunta.

Roberto del Val es el otro autor del libro. «La idea del libro surgió de Eduardo. En el Moncayo tiene una espina clavada y ha soltado todas sus vivencia». En el libro tocan muchos temas. «Nuestra visión es global y describimos todo lo que compete a un territorio. El Moncayo no se puede parcelar, es un mundo con muchísimos rincones. Aunque yo me decanto por un pueblo colgado de las nubes como Purujosa», afirma del Val, que es natural de Alpartir y trabaja de agente de protección de la naturaleza. «Cuando era pequeño los mayores nos hacían una broma. Nos preguntaban si habíamos visto el Moncayo. Si contestaba que no nos levantaban de las orejas y nos decían si ahora lo veíamos», cierra con humor.