Se había hablado mucho en el zaragocismo de la tercera vía, así llamada para diferenciarla de mexicanos y jeques. Ayer se presentó en sociedad en forma de fundación, con Petón ejerciendo de portavoz de un proyecto en el que nunca estará, impulsado por César Alierta y con otras familias detrás como los Yarza. Se sentó el agente aragonés junto a Cristian Lapetra, hijo del mito Carlos Lapetra y que sería, Agapito mediante, el futuro presidente del Real Zaragoza. El planteamiento fue directo, con unas condiciones muy concretas. Los empresarios aragoneses que están gestionando el club deben devolver las acciones a Agapito y marcharse de manera inmediata. El soriano, después, debería venderlas por 1 euro. De lo contrario, no habrá trato. Ya han ordenado que lleguen a la Liga de Fútbol Profesional los casi ocho millones que necesita el Zaragoza en los próximos días para sobrevivir.

Se puede decir que la gran diferencia con otras opciones es crematística. Que el dinero está ahí, o lo estará en breve. También que no se va a vivir una negociación pública. De hecho, aseguraron que no se van a sentar a discutir las condiciones del traspaso de acciones. Con Agapito, no obstante, han mantenido contactos, que han ido en la línea mantenida por el expropietario del club estos años. Es decir, el soriano fue una vez más voluble. Primero mostró una buena acogida al proyecto, pero muy pronto cambió de opinión.

Tampoco se entendió muy bien desde la Fundación Zaragoza 2032 el comunicado publicado el pasado miércoles en la web del club anunciando un acuerdo con los mexicanos. Por las formas, sobre todo, tan inusuales. "Hay coincidencias cósmicas", se limitó a decir Petón con sorna, pero lo cierto es que provocó tanta sorpresa como enfado entre los representantes de la Fundación. Ayer solo se pudo ver a uno de ellos, Fernando Sainz de Varanda Alierta, que tendría un peso importante en el nuevo club, en el que contarían con nuevos profesionales en la parcela deportiva (Víctor Muñoz seguiría) y no se marcarían como objetivo ineludible el ascenso para su primera temporada.

El escenario lo dibujó ayer con su habitual locuacidad Petón. "Por si alguno no me conoce, soy José Antonio Martín", comenzó diciendo en su discurso, en el que puso un emotivo prólogo. "En el patrimonio de Aragón, el Real Zaragoza es importantísimo. Como tantos zaragocistas que hay por toda la Comunidad y fuera, me parecía obligado dar un paso para la salvación del Real Zaragoza, que estaba abocado a un futuro más que incierto. Cuando hace tres semanas hablé con Miguel Pardeza, él también era pesimista. Así que esa misma noche me atreví a ponerme en contacto con la familia Alierta, concretamente con Fernando Sainz de Varanda Alierta. Su respuesta fue tan emocionante que no quedó ninguna duda. El siguiente paso fue con la familia Yarza. Aunque el Zaragoza está por encima de nombres y apellidos y por eso la fundación se llama Zaragoza 2032".

Apellidos se conocen dos, de momento. Hay más, según el representante. "Otras fuerzas se han añadido para hacer posible que haya ocho millones. Esa cantidad está preparada en la Liga y es una opción individual que no va contra nadie. El dinero llegará en cuestión de horas, la orden está dada". Lo que se espera para después es "compasión" de los acreedores. "Aquí hay un objetivo que va ligado a la salvación. Esta fundación, tras lograr el saneamiento, tiene la voluntad de devolver el club a sus socios, y por eso nace sin ánimo de lucro".

Petón dijo no haberse planteado "otra alternativa" que la que ayer se presentó ni quiso juzgar otras opciones, ni presentes ni futuras. "Hay tantas cosas por hacer que no pierdo el tiempo en pensar en otras personas", dijo el aragonés que ejerció de portavoz por un día, que tampoco quiso anticipar la resolución de sus intenciones. "Se tiene que dar que haya una retroacción de las acciones a Agapito y que venda por 1 euro y con cero comisiones. Es lo primero que debe resolverse, con la dimisión del Consejo urgente".

¿Y Agapito? "Yo creo que quiere que el Real Zaragoza exista, lo contrario sería patológico", explicó Petón, que dejó también una versión negativa y personal. "Si Agapito no accede, el Real Zaragoza desaparecerá. Aquí lo que se necesita es que se ponga el dinero encima de la mesa".