"Sabemos que somos los últimos campeones de la Copa y ahora queremos llegar tan lejos como el año pasado". La reflexión en voz alta de Milito responde a un deseo de toda la plantilla, que sabe de la importancia que tiene este torneo en la historia zaragocista y que quiere saborear de nuevo las mieles de un título que todavía tienen muy fresco en su memoria, porque la noche del pasado 17 de marzo es inolvidable. Pero para repetirla hay que dar muchos pasos antes, empezando por el de esta tarde en Tarragona. "Para eso tenemos que comenzar la competición de la misma forma que la temporada anterior: pasando la primera eliminatoria", agregó el Mariscal .

Sin embargo, todos esos deseos se chocan con una primer cruce ante el Nástic que el central argentino augura muy duro. "Es a partido único, se juega de visitante y puede haber sorpresas, sobre todo porque la motivación del rival seguro que será muy grande, aunque la nuestra también lo sea", aseveró.

Milito reconoció que el hecho de ser los actuales campeones implica una presión adicional: "Vamos a tener a la gente más pendiente, pero nosotros no tenemos que pensar en esa presión sino en jugar como lo venimos haciendo y ganar. Sobre todo ganar y pasar esta ronda".

HUIR DE LOS CONFLICTOS Si Savio fue crítico con los cambios y los largos viajes el pasado lunes, el central pasó de puntillas por esos temas. "Las rotaciones son un tema del técnico y no opino, ya que él decide", aseguró para añadir sobre los desplazamientos de autobús que el de Santander se hizo "largo y duro, pero es lo que hay y así lo aceptamos".