Gaizka Toquero acude cada mañana a la Ciudad Deportiva para entrenarse con sus compañeros (siempre al margen en el gimnasio) y, aunque es un secreto a voces que ya no va a volver a jugar al fútbol por su lesión de rodilla, su adiós a este deporte todavía no se ha anunciado. Ni tiene pinta de hacerse hasta final de temporada. En todo caso, el delantero vasco ya concibe su futuro lejos del balompié y desde hace semanas sus miradas están puestas en su próximo trabajo, que estará en la representación de futbolistas.

O no es tan próximo. De hecho, Toquero está dando sus primeros pasos en esa faceta y ya hasta habría movido hilos, también dentro de la propia plantilla zaragocista, de cara a tener ya futbolistas entre sus representados o al menos para hacer labores de intermediación en algún traspaso futuro. Toquero ha pertenecido como jugador a la agencia Idub, en la que están Iñaki Ibáñez, Vicente Biurrún o Tomás Durán y está por ver si se integraría en esa agencia una vez que se retire, lo que parece lo más probable, o trabajará por su cuenta.

El delantero, que cumplirá 35 años en agosto, fue sometido a una astroscopia a mediados de junio pasado por el doctor Mikel Sánchez en Vitoria con un plazo de recuperación estimado en tres meses, pero tiene dañado el cartílago de su rodilla derecha, lo que también le provoca severos dolores en el peroné cuando fuerza. Así, desde octubre pasado su retirada ya se da como segura, aunque es verdad que el delantero ha hecho todo lo posible para volver a jugar, pero cada vez que aumenta el ritmo y la exigencia física los dolores en la rodilla son muy importantes.

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«Un día, en unas frenadas y cambios de dirección me hice daño. En la resonancia se vio un edema óseo y recibí dos tandas de plasma. Tampoco me dan ya ninguna solución más. En la operación me hicieron unas perforaciones, me aplicaron el plasma óseo... Médicamente no hay otra cosa; bueno sí, una prótesis de rodilla, pero no veo a nadie jugando con prótesis», explicaba el propio Toquero en El Correo a finales de noviembre. Si el delantero se hubiera retirado antes del final del mercado de enero renunciando a la parte del contrato que tiene hasta junio, el Zaragoza habría dispuesto de más margen para fichajes, además de liberar el dorsal que tiene.