El Galatasaray turco y el Olympique de Marsella francés siguen los pasos de Alvaro, que tras su buena temporada en el Zaragoza ha pasado a ser pieza codiciada en el mercado internacional. El brasileño, uno de los indiscutibles del equipo tanto para Paco Flores como para Víctor Muñoz, firmó contrato el pasado verano con el Zaragoza hasta el 2007, pero su cláusula de rescisión es de sólo seis millones de euros, una cifra que no es desorbitada pese a la recesión que vive el fútbol.

De hecho, el Galatasaray, a través de un empresario turco con una vinculación muy importante con este club, no descarta alcanzar esa cifra, mientras que el Olympique de Marsella, reciente subcampeón de la Copa de la UEFA, ha seguido muy de cerca las evoluciones del central brasileño y está en su lista de objetivos para la próxima temporada. No son los únicos en todo caso. Varios equipos italianos han tenido en su agenda al jugador a lo largo del curso, aunque este interés se ha difuminado en los últimos tiempos, mientras que dos conjuntos de primer nivel de la Liga española han preguntado en fechas recientes por la situación del futbolista.

REUNION CON EL CLUB De esa situación quiere hablar hoy el agente del jugador, Salvador Maestro, con los dirigentes zaragocistas. Alvaro, que ha jugado un total de 44 partidos en su primera temporada en La Romareda, es pieza básica en el engranaje de futuro del equipo aragonés, aunque el jugador desea que ese carácter indispensable que se ha ganado en el terreno de juego tenga su correspondencia salarial, es decir, que su contrato esté acorde con sus prestaciones deportivas.

El futbolista, que se marcha a Brasil de vacaciones mañana, va a dejar toda la negociación en manos de su representante. El central brasileño siempre ha manifestado su deseo de seguir en el Zaragoza, pero esa continuidad depende en gran medida de que se sienta reconocido. Si ese sentimiento no existe optaría por una salida en la que Galatasaray y Olympique de Marsella son por ahora los mejor colocados, aunque no los únicos que pujarían por él.

Alvaro llegó al Zaragoza procedente de Las Palmas y junto a Milito ha formado una de las parejas de centrales más solventes de la Liga española, piezas claves ambos tanto de la permanencia en la élite como de la sexta Copa del Rey lograda frente al Real Madrid en Montjuïc. El jugador ha encontrado en el Zaragoza la estabilidad que le faltó en el conjunto canario y hasta ha rozado el debut con la selección brasileña, ya que Parreira ha estado muy pendiente de sus evoluciones, aunque al final no se ha decidido a llamarlo. Además, en el verano del 2005 ya tendrá su pasaporte comunitario, lo que aumenta el interés de los clubs que lo tienen en su agenda.