Argentina liquidó el amistoso contra Cataluña sin muchos esfuerzos, ya que además de golearlo (0-3) se topó ante un rival muy inocente, debido a la alineación de circunstancias que debió planificar por las numerosas ausencias. Los zaragocistas Gaby Milito y Galletti, autor del tercer gol argentino, jugaron todo el partido y Leo Ponzio entró en el minuto 72 para sustituir a Duscher.

El partido tuvo el mejor inicio para Argentina y el más desastroso para el equipo catalán, ya que en la primera acción ofensiva, Scaloni recogió el balón rechazado defectuosamente por David García y conectó un durísimo disparo junto al palo que acabó con el balón en el fondo de las mallas (0-1).

Cataluña tuvo una respuesta inmediata con dos acciones claras de Sergio García y un remate de cabeza de Damiá Abella, en las que Leo Franco neutralizó con sendas paradas. Fue la mejor respuesta que tuvo Cataluña para detener la abrumadora marcha de los argentinos hacia la meta de Víctor Valdés, pues en cada acción la verticalidad en la ofensiva de Argentina creó vértigo en el joven e inexperto conjunto local.

Los grandes problemas de Cataluña se originaron en la zona de construcción, donde Sergio González (Deportivo) estuvo muy solitario en la distribución y, aunque contó con la ayuda en el doble pivote de Quique Alvarez, el central del Villarreal no aportó el valor añadido de un centrocampista en labores ofensivas. Ante este panorama, a Argentina le fue fácil mantener el tipo sin excesivas tensiones en la primera línea, donde Bursisso y Milito controlaron con mucha superioridad a sus rivales.

FACILIDADES Pero donde realmente hizo daño Argentina fue cada vez que sus centrocampistas veían pasillos inmensos para conducir el balón hacia la meta de Valdés. Sólo le faltó el acierto final para aumentar su ventaja, sobre todo si Diego Milito hubiese tenido más afinada la puntería, igual que Solari.

En el segundo periodo, Argentina volvió a aprovecharse de la candidez de su rival, que pagó con un gol en contra una de las primeras aproximaciones a la meta de Víctor Valdés. Fue en un centro raso en el que toda la defensa catalana vio pasar el balón hasta que Maxi Rodríguez lo envió a gol. Con el 0-2, el partido acabó de sentenciarse para los argentinos a pesar de quedar casi 40 minutos de partido. No se vio en ningún momento que Cataluña pudiese comprometer el triunfo ni los intereses de su rival, el cual aún dispuso de más ocasiones para incrementar el tanteador.

El mejor argumento de Cataluña ante la meta de Leo Franco en este segundo periodo llegó en una rápida acción de Sergio García, pero su pase de la muerte acabó con un disparo muy desviado de Jofre Mateu. En el minuto 66, la mejor ocasión de gol de Cataluña: un disparo al palo de Sergio González y el rechace en los pies de Sergio García, sin portero, acabó con el balón por encima del travesaño. El delantero catalán quiso redimirse del error minutos después con una vaselina desde unos treinta metros.

Argentina, que había puesto en escena a Cavenaghi, se sentía segura con el punto de tensión necesario para dominar el partido, pero sin un derroche de fantasía en ataque. Su tercer gol llegó por un enredo defensivo de Jofre que Galletti aprovechó para lanzar un potente disparo que acabó en gol, tras desviar el balón con la espalda Maxi Rodríguez.