Jesús García Pitarch acudió ayer al entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva para mantener una reunión con la plantilla. Junto a Moisés García León, secretario técnico, el director general se encerró en el vestuario con los futbolistas a la conclusión del entrenamiento durante 20 minutos aproximadamente, tiempo en el que se habló del presente del club y del equipo. Ambos charlaron largo y tendido con el entrenador durante la sesión. Después, según se explicó, Pitarch felicitó a todos por la buena marcha que lleva al equipo en las últimas semanas y les trasladó la confianza que tiene el club en este grupo de cara a conseguir a final de temporada el ascenso a Primera.

García Pitarch informó a todos de la marcha de Lucas Porcar al fútbol belga y de que ese iba a ser el único movimiento relacionado con el Zaragoza en el último día de mercado, que se cerró definitivamente con la salida del delantero y del canterano Jorge Ortí, que se marchó cedido la pasada semana al Villarreal B; y con la llegada de César Arzo, única incorporación invernal.

Es decir, el Zaragoza tendrá que pelear hasta el final con los jugadores que quedan en la plantilla, incluidos José Mari y Paredes, que finalmente permanecerán ligados al club hasta la conclusión de la temporada. No se habló en la reunión, o eso se trasladó, de Movilla, que se encuentra suspendido de empleo y sueldo por un mes.

También se trataron temas económicos, una vez que el club ha puesto al día a los jugadores en el apartado de las nóminas, antes de que Pitarch insistiese en felicitar a los futbolistas y animarlos para que mantengan el nivel futbolístico de las últimas semanas. El director general ya mantuvo con la plantilla una reunión de un carácter similar antes del encuentro frente al Sporting de Gijón en el primer encuentro del año.