¿Y si la noticia estaba más en el derrotado que en el vencedor de la séptima etapa del Tour? ¿Y si alguien llega a pensar que llegaría en esta ronda francesa un día en el que Fernando Gaviria caería vencido por alguien que no fuera Peter Sagan?

Con el resto de candidatos a la victoria del esprint en fase de perdedores (André Greipel y Marcel Kittel a la cabeza) y con Mark Cavendish desaparecido en combate, un joven holandés, otro más de la nueva generación, 25 años, Dylan Groenewegen (nombre largo y difícil de pronunciar) se anotó la décima victoria del año y por supuesto la más importante de su carrera deportiva. Señoras y señores: la sociedad velocista del Tour ya tiene otro miembro de honor en su academia.

Fue una etapa larga, demasiada larga, de aquellas que hacen cuestionar si son necesarios tantos kilómetros —231, el día más largo de esta edición— para trasladarse de una ciudad a otra (de Fougères a Chartres) a través de una ruta llana, de largas rectas y carreteras anchas. Al menos primó la seguridad porque tal como aseguró en la salida Marc Soler, el joven valor del Movistar, el aburrimiento, que a veces se transforma en siesta, estaba en el orden del día.

No pasó nada, valgan los cielos ciclistas, y toda la emoción se concentró en los cinco últimos kilómetros con un pelotón lanzado y con los dedos cruzados para que nadie se fuera al suelo a más de 50 por hora. Arrancó Gaviria como en días precedentes, siempre por delante de Sagan, a quien le ha tomado la medida cuando la llegada es arrogantemente plana. Lo batió, pero no pudo con el veloz Groenewegen. Bienvenido al club del Tour que sigue presidiendo de amarillo Greg van Avermaet con la intención de presentarse con la prenda, con el permiso de los adoquines, a los pies de los Alpes.

Una más, y montaña / Los velocistas se despiden hoy en Amiens de sus oportunidades para brillar al menos hasta el próximo viernes 20 de julio en la octava etapa de la 105 edición del Tour en una jornada sin apenas dificultades montañosas. De nuevo la atención la centrarán el colombiano Fernando Gaviria (Quick Step) y el eslovaco Peter Sagan (Bora Hasgrohe), con permiso del ganador de ayer Dylan Groenewegen.

Esta octava etapa llevará al pelotón desde Dreux hasta Amiens sobre un itinerario de 181 kilómetros en total en los que los ciclistas se encontrarán únicamente dos altos puntuables de cuarta categoría.

La principal dificultad que pueden encontrarse estará en la posible aparición del viento que en determinadas zonas podría conllevar la formación de abanicos por parte de los equipos con los mejores rodadores. Después ya llegarán los Alpes y la alta montaña por primera vez.