Las gemelas Sánchez Alayeto vuelven a reinar, a sonreír y a levantar un título. Las zaragozanas, no sin sufrir, consiguieron la victoria final en el Adeslas Open, tercer torneo de la presente temporada, y saborean las mieles del éxito por primera vez desde octubre del pasado año. El abrazo del final entre ambas hermanas lo decía todo, pocas palabras eran necesarias para expresar su emoción.

Mapi y Majo, tuvieron que sudar mucho para imponerse a Marta Ortega y Bea González y, como hicieran en semifinales, sacaron todo su coraje y garra para remontar una final que se había puesto cuesta arriba tras el primer set para acabar remontando y llevándose el trofeo a casa (4-6, 6-4 y 6-4).

Desde el primer momento del partido tanto Ortega como González, conocedoras de que las aragonesas no pisaban una final desde noviembre y que se estrenaban en una en esta campaña, apretaron muchísimo desde el comienzo, especialmente cuando las gemelas servían. Mapi y Majo, a duras penas, iban salvando juegos al saque hasta que, al final, a la quinta fue la vencida, Ortega y González rompieron y sellaron la primera manga.

Tocaba remontar, tirar de casta e ir a por la victoria. Muy pronto hubo declaración de intenciones de Mapi y Majo, con dos breaks que allanaron el camino, pero sus adversarias contestaron con mucha rotundidad y lograron ponerse 4-4. De nuevo al tramo decisivo del set con mucha tensión e igualdad, solo que esta vez la moneda cayó hacia el lado de las gemelas, que lograron forzar la última y definitiva manga.

En el tercer set pudo pasar (y pasó) de todo. Primero, las aragonesas lograron romper el servicio de sus rivales, pero como ocurriera poco antes, Ortega y González se repusieron y no solo empataron, sino que le devolvieron la jugada a Mapi y Majo, que se vieron llegando a los juegos decisivos con un break en contra. Tras recuperar el terreno perdido, las gemelas dispusieron de cuatro bolas de partido para cerrar el partido y el torneo y, finalmente, aunque costó, lo lograron.

«Hemos hecho mucho equipo»

Instantes después de la alegría por vencer, Mapi aseguró que fue «un partido muy duro». «Hemos empezado mal, pero hemos sabido reponernos, yendo de menos a más. Hemos hecho mucho equipo y hemos jugado mucho mejor. Le vamos a dedicar este título a nuestros padres, que no les vemos desde febrero, y a la familia».

Por otra parte, en la final masculina, la pareja número uno formada por Juan Lebrón y Alejandro Galán, se impuso a los argentinos Fede Chingotto y Juan Tello (6-7, 6-1 y 6-4) y firmó su tercer título de la temporada. Para Chingotto y Tello significaba su primera final del año, y después de ganar el primer set en el desempate se abrieron sus expectativas. Pero en los dos siguientes, la efectividad de los españoles, con 52 golpes ganadores y solo 20 errores no forzados, terminó imponiéndose.