Hay años que cambian la historia para siempre. 1977 es uno de ellos. España volvía a las urnas mientras una pareja canaria daba a la luz a un par de gemelas revolucionarias. Nacer en Pozo Izquierdo (Gran Canaria) les condicionó en forma de ser y gustos. Tener vecinos surferos les abrió las puertas del éxito. Ahora que el PWA Tenerife Windusrf está en plena competición, Iballa y Daida Ruano repasan sus 20 años de oro. Entre ambas han ganado 28 títulos mundiales y luchan por el siguiente. Les halaga que las comparen con los hermanos Márquez y a veces las llaman las Williams de las olas pero recuerdan que ellas son las hermanas Moreno y que sus oros mundiales cuadriplican los de Marc.

Se iniciaron en el Windsurf casi por casualidad. «Un día, con 17 años, un vecino iba a tirar a la basura una tabla de windsurf y decidimos cogerla. Con ella y varios materiales que los turistas dejaban por la playa empezamos a entrenar», explica Iballa. Y añade: «Éramos cuatro, dos chicos, mi hermana y yo, para una tabla así que hacíamos turnos de media hora para aprender». Pero cuando los genes hablan, las condiciones son lo de menos. En mayo de 1995 probaron el windsurf y en el 97 ya competían.

Sus padres les regalaron el primer set de vela y, gracias a una marca de ropa, su primer circuito mundial. Desde entonces, la campeona mundial se apellida Ruano Moreno. «Ser rivales nos ha ayudado a subir el nivel constantemente», reflexiona Iballa recordando que muchos de los trucos los aprendieron juntas. «Nuestro primer forward (voltereta hacia delante) llegó un día que compartíamos arnés. Yo lo intenté, mi hermana vio mi fallo, fue al agua y lo logró. A la media hora yo lo estaba haciendo también. Siempre ha sido así: la una se fija en la otra, nos motivamos, corregimos y aprendemos».

Cuando se ven las caras en una final tienen claro que ya han ganado y, como explica Daida, la más laureada, intentan «disfrutar y hacerlo lo mejor posible para que sean los jueces los que decidan». Y su hermana, que lleva cinco años seguidos colgándose el oro pero que ve lejos alcanzar los 18 títulos de Daida, explica cómo una plata también puede ser especial. «Lo importante es que una de las dos siga rompiendo barreras. Ya son más de 20 años en la cima del windsurf».

Igualdad, próximo reto// A la impoluta trayectoria en windsurf se añade que hace unos años Daida logró una plaza para competir en el cuadro masculino. «Fue único, grande. Me sentí afortunada por romper esa barrera social y competir de igual a igual en un Mundial». Su hermana dio el salto al paddle surf y en dos años estaba entre las mejores. 2018 fue histórico con una plata en el Mundial por selecciones en China y oro en windsurf y el paddle surf. «No hay ningún español con dos mundiales de dos deportes diferentes en un mismo año».

Las hermanas Ruano defienden la igualdad entre hombres y mujeres. «Vivimos la discriminación desde el principio y, siendo las organizadoras del Mundial de Gran Canaria, quisimos igualar el dinero en premios, algo que no ha hecho nadie en este deporte», explica Iballa. Las tacharon de locas, pero siguen fieles a sus principios. «Muchos hombres se quejan de que no podemos ganar igual porque no tenemos el mismo nivel. ¿Por qué no, si realizamos el mismo esfuerzo para estar a la altura de cualquier competición? No pedimos cobrar lo mismo a nivel de márketing, pero sí obtener la misma recompensa por el trabajo y el esfuerzo que realizamos para ser profesionales», reivindica Daida.