Luis María Garriga fue un genio del atletismo. Gracias a su talento, su clase y su espíritu competitivo, pudo lograr ser el primer español en superar los dos metros el año 64 con tan solo dos años de preparación. Se encuentra entre los tres mejores atletas aragoneses de la historia junto a los montisonense Javier Moracho y Eliseo Martín. Participó con tan solo 19 años en los Juegos de Tokio y se consolidó entre los mejores del mundo cuatro años más tarde en México.

El borjano hizo deporte desde su niñez. "Tenía unas buenas condiciones naturales. Hice mucho deporte sin saberlo en mi pueblo. Jugábamos a todo en las calles y el río. Cuando empecé tenía una magnífica condición física, lo que no sabía era cómo aplicarla", apunta.

El año 64 tuvo su primera experiencia olímpica en Tokio. "Me sentía casi como Marco Polo. Hoy se viaja muy rápido y muy barato, pero hace 40 años fuimos de Londres a Teherán, después a Bangkok y finalmente a Tokio". En Japón terminó el 21º y no pasó a la final. "Pero se me abrieron las puertas de la gran competición y me dí a conocer", dice el aragonés.

Luis María Garriga cumplió uno de sus sueños cuando pasó a la final de altura en los Juegos de México del 68. "Fue una experiencia sensacional. Estaba en el estadio azteca por detrás de tres rusos y de tres norteamericanos".

Los sueños

Garriga soñó con colgarse el oro olímpico. "Tuve un entrenador checo, Jaroslav Kovaks, que fue subcampeón de Europa, y me dijo que si hubiera nacido en Checoslovaquia habría conseguido medalla olímpica", apunta. Para Garriga, ser olímpico es cuestión de "escenografía y de tradición. Es la historia, la mayor manifestación en paz que se conoce". Garriga tiene claro que "los Juegos coronan al mejor. Ser campeón olímpico está por encima de cualquier consideración. Yo he sido campeón de España doce veces, pero no tiene ni punto de comparación", asegura.

El salto de altura se encuentra estancado. Nadie osa acercarse a los 2,45 del cubano Javier Sotomayor, plusmarquista mundial. "Esa altura es una brutalidad. Hay que ponerse debajo de un listón en 2,45 para darse cuenta de la sensación de irrealidad. El larguero de una portería de fútbol tiene en su parte interior 2,44. Ese récord durará muchísimo tiempo", afirma.

El borjano saltaba con la técnica del rodillo ventral. "Con la técnica de Fosbury (salto de espaldas) nos hubiéramos desnucado en los fosos de arena. Nunca probé con el Fosbury". Para Garriga, el rodillo ventral "era una técnica más armoniosa, más natural. Al final, lo que se trata es de saltar lo más cómodo posible hacia arriba. El paso del listón es una consecuencia de lo que hagas abajo", explica.

Garriga ya forma parte del paisaje de su Borja natal. Está muy cerca de completar dos décadas como alcalde del PAR con mayoría absoluta. "He cumplido la quinta legislatura como alcalde de Borja. Es apasionante este cargo, hay que atender permanente todos los servicios y a todos los ciudadanos".

Luis María Garriga nació en la plaza de Las Canales de Borja el 14 de junio de 1944. "Todo el mundo nos conocemos la localidad, me abordan en la calle, en los bares o en el ayuntamiento. Esto es gratificante, pero agota un poquito. A veces me gusta desconectar, porque soy alcalde las 24 horas al día", afirma el zaragozano.

Garriga fue alcalde de Borja en las primera elecciones democráticas en el 79 y ocho años más tarde concejal del Ayuntamiento de Zaragoza. Fue elegido en el 95 de nuevo como primer edil de Borja. También ha sido relaciones pública de Adidas y es el único candidato como presidente de la Federación Aragonesa de Atletismo. La practica del deporte le ha ayudado a tener un talante de la vida diferente. "La base es respetar la opinión de los demás. Mi trayectoria deportiva me ha dado una capacidad de relación positiva y tengo don de gentes". También es importante "la capacidad de esfuerzo, el respeto a las normas, la disciplina y salir de las situaciones de compromiso de la manera más brillante posible", dice el exolímpico.