El Barcelona de Valverde demostró, la temporada pasada, que una derrota más o menos sonrojante en una Supercopa previa al inicio de La Liga no es un indicador claro de lo que te vaya a deparar la temporada. Durante algunos tramos de la Supercopa de Europa ante el Atlético, el Real Madrid dominó el partido. Incluso lo iba ganando a falta de 11 minutos para terminar. Pero la derrota final, por 2-4, ha dejado un poso de duda.

A empezar la temporada perdiendo ante el rival capitalino, hay que sumar la degradación del nivel de la plantilla desde hace dos temporadas, que el grupo con el que tiene que trabajar Lopetegui es el mismo que ya el año pasado daba síntomas de debilidad, sin su máximo goleador. Además, las dudas se ciernen sobre los llamados a dar un paso adelante ante la ausencia de un liderazgo claro.

Por todo ello, se ha intensificado el debate sobre la profundidad de la plantilla, sobre si con lo que hay, sin fichajes de primer nivel mediático en el frente de ataque, se puede sustituir a Cristiano Ronaldo. Sobre si la política de fichajes de Florentino Pérez en los últimos años va a dar resultado o si el club debe abordar la búsqueda de algún refuerzo que aporte goles antes del cierre del mercado de fichajes, el 31 de agosto.

La importancia del grupo

En la previa de debutar en Liga ante el Getafe, Lopetegui ha insistido en su idea de colectividad frente a las individualidades perdidas y en su convicción de no exigir públicamente al club ningún tipo de esfuerzo para reforzar una plantilla que se antoja corta para la exigencia que le espera al Real Madrid esta temporada.

“Tenemos talento suficiente para ser un gran equipo, más que el que la gente podría pensar”, ha dicho en el momento más enérgico de defensa de su plantilla. Con las preguntas insistiendo en qué le espera al Madrid antes del cierre del mercado de fichajes, Lopetegui ha tirado de ironía: “Antes de que cierre el mercado espero que ganemos”, ha comentado, probablemente sin pensar que una actuación convincente de sus jugadores en las dos primeras jornadas de Liga termine de reforzar la confianza de los altos estamentos del club en este grupo y termine de enterrar las pocas posibilidades de que el Madrid se lance a fichar en los últimos días de mercado.

En el entrenamiento de este sábado ha vuelto a trabajar con el grupo Álvaro Odriozola. Otra de las novedades del Madrid 18-19, el lateral que ha llegado de la Real Sociedad, se perdió la Supercopa de Europa por una lesión muscular, pero podría debutar contra el Getafe.

El equipo de Bordalás, que va a entrenar este domingo por última vez antes de que el técnico facilite la convocatoria, llega al Bernabéu invicto en pretemporada, con unos refuerzos a la altura de la octava plaza que consiguió la Liga pasada y con la intensidad que siempre garantizan los equipos de Bordalás.

Navas o Courtois

El debate en la portería del Madrid ya está en un segundo plano. Hasta que Courtois complete más entrenamientos, la apuesta es por consolidar la confianza en Navas. “Cada semana iremos gestionando y analizando lo que es mejor para el equipo en cada momento”, ha dicho sobre ello el Lopetegui, sin querer entrar a desvelar cuál es su posición ante la alternativa a la que, frente la previsible titularidad indiscutible de Courtois, se aferran los entusiastas de Keylor Navas: una alternancia de porteros, al estilo de la que instauró Carlo Ancelotti en 2014 entre Casillas, que jugaba la Champions, y Diego López, titular en Liga.

“Nos quedaremos con tres porteros, con cinco no vamos a seguir”, ha sido la evidencia que ha confirmado Lopetegui en rueda de prensa. Siempre que Keylor Navas siga invariable en su idea de permanecer en el Real Madrid, Luca Zidane y Kiko Casilla son los señalados para salir.