GETAFE3

HUESCA0

3Goles: 1-0, min. 37: Cala; 2-0, min. 63: Pacheco; 3-0, min. 74: Fuster.

3Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Mostró amarillas a Molinero, Damián, Portillo y Lacen, por el Getafe, y a Carlos David, Vadillo, Aguilera y Ferreiro, por el Huesca.

3Getafe: Guaita; Damián, Cata Díaz, Cala, Molinero; Lacen, Faurlín; Álvaro, Portillo (Paul Anton, min. 79), Pacheco (Fuster, min. 69); y Jorge Molina (Scepovic, min. 79)

3Huesca: Sergio Herrera; Akapo (Lázaro, min. 70), Íñigo López, Carlos David (Camacho, min. 64), Brezancic; Aguilera, Melero; Ferreiro, Samu Sáiz, David López (Vadillo, min. 55); Vinícius.

El Getafe ganó 3-0 al Huesca y jugará la final de las eliminatorias por ascender a Primera División después de superar un partido farragoso, con muchas interrupciones y con acciones feas que embarraron un duelo que se llevó con claridad el conjunto madrileño pese a que los aragoneses no le perdieron la cara ni con el marcador muy en contra.

Si fue histórico el primer encuentro en El Alcoraz, el segundo también. Pasar a la final para luchar por subir a Primera División era una gesta para los hombres de Juan Antonio Anquela, que antes del inicio del duelo reconoció encontrarse frente al partido más importante de su carrera. El Huesca tenía la obligación de salir a marcar por lo menos un tanto. El Getafe, uno de los gallos de la categoría, podía afrontar el encuentro con más tranquilidad.

Tanto Anquela como Bordalás retocaron sus alineaciones y el primero puso experiencia en el centro de la defensa con Íñigo López, premió al brasileño Vinícius Araújo y colocó a David López en el lugar de Álvaro Vadillo.

El técnico del Getafe cambió a sus dos extremos y sentó a Chuli y a Fuster. Buscó más electricidad en las ayudas de Dani Pacheco y Álvaro Jiménez, y lo consiguió. Además, unas molestias en el calentamiento de Sergio Mora provocaron la salida inesperada del argelino Mehdi Lacen. Al final, cada equipo salió al campo con tres cambios, aunque no surtieron efecto en el beneficio del fútbol en una bochornosa tarde de verano. En la primera parte, muy táctica y deslucida por las continuas faltas de ambos equipos, apenas hubo oportunidades. Salvo dos acercamientos por una banda de Samu Sáiz y de Akapo para el Huesca, las ocasiones verdaderamente importantes fueron para el Getafe.

Las consiguió de la única manera posible, a balón parado. Era la única opción por los continuos parones que sufrió el choque. En una de ellas, en el minuto 37, acertó Juan Cala para abrir el marcador. Fue una genialidad de Lacen en una jugada preparada la que propició el 1-0. El argelino elevó sutilmente la pelota por encima de la barrera, Jorge Molina sorprendió a la defensa y asistió a Cala para que empujara la pelota. Fue un gol merecido para el Getafe, que se marchó al descanso con una ventaja casi definitiva al aprovechar ese despiste defensivo aragonés.

El Huesca tenía que marcar dos goles para clasificarse y, al contrario que en el encuentro de ida, no lo logró. Los nervios hicieron acto de presencia en el equipo aragonés y hasta un cambio de David López provocó un enfrentamiento con su entrenador. En medio de ese jaleo, el Getafe siguió a lo suyo y pudo hacer el segundo por medio de Cala, que desaprovechó un magnífico pase de Álvaro desde la banda derecha cuando tenía toda la portería casi vacía para él.

Ese error no frenó a los hombres de Bordalás, que se centraron en sentenciar la eliminatoria y lo consiguieron con los tantos de Pacheco, con un disparo desde fuera del área, y de Fuster, que cumplió en un mano a mano.

EL ESCUPITAJO A CALA / El 3-0 acabó con todo, incluso con la dignidad de algún jugador, como Íñigo López, que escupió en la cara a Cala durante una tangana entre varios jugadores cuando el partido agonizaba. «Para mí, que escupa una persona es asqueroso. A lo mejor me he equivocado durante el partido, pero llegar a escupir es lo más asqueroso que se le puede hacer a un compañero», declaró Cala después. Esa acción solo sirvió para añadir otro mal gesto en un partido feo y el Getafe estará en la final por el ascenso. Su rival, el Huesca, se despidió de su sueño con dignidad.