La noticia estaba a punto de saltar porque Iñaki Sáez seguía los pasos firmes de Alberto Zapater en el Real Zaragoza, su estupenda progresión del equipo juvenil de Carlos Rojo a la titularidad con Víctor Muñoz, su mentor. El seleccionador ya se interesó por el chaval en verano. Sentado junto a un grupo de periodistas aragoneses que destacaban las virtudes del jugador en el aeropuerto de Ginebra, en el regreso del conjunto aragonés a Zaragoza para proseguir con el trabajo previsto y antes de continuar con la segunda fase de la pretemporada en Inglaterra, el técnico vizcaíno preguntó curioso y un poco desinformado: "Qué tal lo ha hecho este chico. ¿Mercader se llama, no? Me gustó mucho en un campeonato interregional". Jaburu venía de ver ganar a España el Europeo sub-19 a la escuadra que dirige Armando Ufarte. Ayer, cuando escribió el nombre del ejeano en la lista de convocados para la sub-21 que entrena, lo hizo correctamente: Zapater, centrocampista, campeón de la Supercopa, y pieza clave en la medular del equipo aragonés en las cinco jornadas de Liga que se han disputado hasta la fecha.

Incredulidad y humildad

Zapater no se creía ayer esa convocatoria cuando la jefa de prensa del club, Celeste Royo, le comunicó la feliz noticia. Desde su humildad, no podía ni pensar que Iñaki Sáez se acordara de él y hasta posaba con timidez en las fotos antes del partido. "No me lo puedo ni creer, me están pasando cosas increíbles y todas muy deprisa. Hace dos días estaba jugando en juveniles, he pasado al primer equipo, el debut en la élite, la Supercopa... Y ahora esto, es increíble", señaló el joven jugador.

Pero claro que era cierto, totalmente cierto. El centrocampista se convierte de esta forma en el último aragonés en acudir a esta categoría del combinado nacional --el anterior fue Jorge Pina--. El futbolista de 19 años del Real Zaragoza estará presente en los partidos frente a Bélgica (día 8 de octubre en Muriedas, Cantabria) y Lituania, el 12, día del Pilar, en Kaunas, ambos correspondientes a la fase clasificación del Campeonato de Europa. "Defender la camiseta nacional es todo un orgullo y voy a tener la oportunidad de hacerlo con la sub-21, algo que no es fácil. Ojalá pueda tener minutos en alguno de esos dos partidos", destacó, desde esa humildad que no ha perdido a pesar de todos los acontecimientos que está viviendo de forma vertiginosa en los últimos tiempos.

Y es que el gigante sigue creciendo y no parece tener límite pese a que ayer Víctor Muñoz no le alineará de principio en Olomouc. Zapater esta viviendo un sueño con los pies en el suelo. A todo trapo, emocionado como reconoce cada vez que se le reclama una sensación de esta trepidante carrera aún sin condición de futbolista profesional --le restan cuatro partidos oficiales para que sea obligatorio inscribirle como tal--, la llamada para la sub-21 viene a confimar un fenómeno poco habitual en la cantera del Real Zaragoza.

Viaje por accidente

A alguien se le olvidó incluirle en la lista de la pretemporada zaragocista pese a que Víctor Muñoz había ordenado que se hiciera. Hubo que rescatarle de sus vacaciones en Ejea y, con las prisas, se le olvidó hasta las tarjetas de crédito, pero David Pirri acudió al rescate económico de un jugador que empezó a dar señales de una enorme madurez competitiva en los encuentros de Nyon y en Inglaterra, como si nada más le importara, imbuido en un profundo proceso de superación, de corrección. Por decirlo de otra forma, un perfeccionista de gran poderío físico y una notable calidad técnica.