La Iglesuela del Cid es una pequeña localidad de 440 habitantes en medio de la naturaleza salvaje de la serranía turolense. A 1.220 metros de altitud, está declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1998. Se encuentra a un paso de la provincia de Castellón y su paisaje lo dominan pinares, barrancos y montañas resecas por el frío, el viento y el calor.

Fue este el atractivo escenario de la XII Carrera por Montaña del Maestrazgo, prueba que se disputó el pasado domingo. Esta competición tenía un valor doble puesto que se celebraba el Campeonato de Aragón individual de la modalidad. «Este año la novedad es que hemos contado con tres recorridos de 12, 16 y 22 kilómetros y en dos de ellos podían participar los senderistas. En el de 12 compiten los cadetes, en el de 16 los júniors y en el de 22 el resto de categorías», dice Sergio Alcón, el responsable de la prueba.

Alcón explica que la diferencia con respecto a otras pruebas es que «no es masificada, tiene fama de ser bastante dura, aunque tan solo posee un desnivel acumulado de 1.400 metros la de 22 kilómetros. Es bastante técnica con subidas y bajadas pronunciadas». En cuanto al ambiente, Alcón reconoce que «a la gente que viene le encanta, pero repiten cuando están bien físicamente. Rondamos siempre entre los 120 y 140 corredores y es la vez que más participación hemos tenido, con 138. Pero el objetivo es llegar a los 200 fondistas y guardar nuestras esencias. También es que sea viable. Ni ganar, ni perder dinero», afirma. En la prueba larga corrieron 98 fondistas.

Explica que La Iglesuela del Cid es un lugar único en el territorio español. «Estamos cerca de todo y lejos de todo. Es un pueblo limítrofe con la provincia de Castellón, estamos a 100 kilómetros de la capital, a 100 de Teruel, a otros tantos de Alcañiz y a Zaragoza se llega en coche en dos horas y media». La carrera contó con 40 voluntarios. «La mayoría son vecinos del pueblo de todas las edades. Se reparten en los seis avituallamientos, hay uno en meta y personas que preparan la comida. Era en el pabellón y consistía en carne al horno con patatas, ensalada, embutidos de la zona y de postre pastas artesanas de la panadería», dice.

La carrera larga alcanza su techo en los 1.760 metros de altura. «Es el Puntal del Tamborero, que es donde coinciden los términos municipales de Mosqueruela, Cantavieja y La Iglesuela. Este recorrido se ha mantenido inalterable durante los últimos ocho años». La prueba de 22 kilómetros tiene un relieve en dientes de sierra. «Nada más salir tenemos 300 metros de subida en unos cuatro kilómetros. La carrera solo tiene 200 metros de pista y es todo sendero entre pinos, crestas, cortafuegos. El perfil parece una sierra y va subiendo y bajando», indica.

En la prueba larga se impuso Eugeni Gil en un tiempo de 1.55.18, seguido de Javier Barea y Álex Marín, mientras que en mujeres ganó la alcañizana Pilar Prades en 2.39.32, seguida de Begoña Mota y María Gil. En la carrera de 16 kilómetros los mejores fueron Javier Micó (1.32.49) y Yaiza Miñana (1.56.20) y en la corta Álvaro Osanz (1.08.02) y Lupe Urgilez (2.11.46). El sábado se disputaron unas carreras infantiles, en las que participaron 110 niños por las calles del pueblo.

Sergio Alcón lleva el peso de la carrera los últimos seis años como director deportivo. «En la zona tenemos la Asociación Deportiva Maestrazgo, un club de montaña bastante reconocido. Con el amigo Juan Ramón Tena se propuso hacer una carrera en la Comarca del Maestrazgo. El centro sería La Iglesuela del Cid y darle continuidad en el pueblo. Se preparó, se hizo un recorrido que diseñaron atletas del club y habitantes del pueblo, cazadores y gente que conocía el pueblo como Miguel Vidal, que falleció hace dos años», reconoce Alcón.

Las ayudas

Hace 12 años las carreras por montaña no estaban tan en boga. «Ahora hay más masificación. Es una moda y un inconveniente para organizadores pequeños como nosotros al no tener una marca comercial que nos patrocine. Esto nos pone las cosas más difíciles». Cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de La Iglesuela del Cid y la Comarca del Maestrazgo. «Ellos son los que se hacen cargo de las pérdidas. Sin ellos no se podría realizar la carrera», confiesa Sergio Alcón.

La Asociación Deportiva Maestrazgo cuenta con un centenar de socios. Su presidente es Juan Ramón Tena. «Empezó con gente de la zona y ahora se ha extendido por las provincias de Teruel, Castellón y Tarragona. Se están obteniendo resultados muy buenos en carreras por montaña. Hace dos años fuimos segundos de la Copa de España en Peña Golosa y hay corredores de la selección aragonesa como Álex Marín y Javier Robres». El club nació antes de la carrera. «Hacían quedadas varios amigos y al final crearon la asociación», concluye.