Jesús Gil sufrió ayer por la mañana una embolia cerebral en su finca de Valdeolivas. Inmediatamente fue trasladado al hospital de Nuestra Señora del Prado de Talavera, donde fue estabilizado. Posteriormente, su familia decidió que se trasladara a la clínica Cemtro de Madrid, donde ingresó en la unidad de cuidados intensivos. Su estado, según los médicos que le atienden, es estacionario dentro de la gravedad.

La tragedia volvió a rondar sobre la familia Gil. El máximo accionista del Atlético, de 71 años, sufrió una accidente cerebro-vascular cuando se encontraba con su familia en la finca que posee cerca de la localidad toledana de Talavera de la Reina. Sobre las una de la tarde, el expresidente rojiblanco ingresó en el hospital de esa localidad con síntomas de trombosis cerebral. Se le practicó un tac cerebral y varias pruebas más para determinar su dolencia. Posteriormente, fue trasladado en una UVI móvil a la Clínica Cemtro, a donde llegó sobre las cinco de la tarde. El parte médico facilitado por la clínica apuntaba que Gil no mantiene un nivel de consciencia del 100% y tiene paralizado el lado derecho de su cuerpo.

NUEVAS PRUEBAS "Su nivel de consciencia está a un 40%. el infarto produce unas lesiones neurológicas que se traducen en una hemiplejia, lo que hace que el paciente no pueda mover el lado derecho. Responde a órdenes muy sencillas, pero tampoco queremos forzarle más en esta situación", afirmó Mariano Malillos, subdirector de la clínica madrileña, en la que Gil permanecerá, al menos, durante una semana. Los doctores que atienden al exmandatario del Atlético consideraban ayer que las primeros 24 horas son fundamentales para ver la evolución. Hoy por la mañana se le realizarán nuevas pruebas, entre ellas, una tomografía para evaluar los posibles daños que haya podido sufrir Gil.

Los doctores han descartado realizar una intervención quirúrgica y apuntan que el percance puede deberse a varias causas. "La edad, la hipertensión arterial, la obesidad, la patología cardíaca previa, el estrés. Son muchos los factores de riesgo", apuntó Malillos. Precisamente, esos problemas de tensión de Gil fueron los que provocaron que en enero del 2003 se le implantara un marcapasos. Un año antes fue ingresado en la clínica donde ahora se encuentra debido a una arritmia.

"El peor momento ya ha pasado. Ahora hay que tenerle estabilizado hemodinámicamente. No parece que corra peligro su vida", afirmó el José María Villalón, médico del Atlético, en la SER . María Angeles Marín, esposa de Gil, y su hijo Miguel Angel Gil Marín, acompañaron al exmandatario rojiblanco desde el hospital de Talavera hasta la Clínica Cemtro. Hasta allí se trasladaron también sus otros hijos, Oscar y Miriam. También acudió Enrique Cerezo, presidente del Atlético.