Diego Costa, en su mejor día desde su vuelta al Atlético, resolvió ante el Arsenal (1-0, tras el 1-1 en la ida) e impulsó a los suyos hacia la final de la Europa League, otro hito histórico del club, que puede culminar el curso con un título en Lyón el 16 de mayo. Su rival será el Olympique de Marsella, que sufrió para eliminar en la prórroga al Salzburgo (2-1).

El combate respondió a lo esperado. Tenso, eléctrico y con un ambiente espectacular, pero con poco fútbol. A cara de perro entre dos equipos ansiosos. El Atlético, rabioso por el sufrimiento a que fue sometido en la ida en Londres, y el Arsenal, necesitado como nunca de un triunfo balsámico que le situara en la final.

Pareció el Arsenal intimidado por el tremendo escenario del Metropolitano y tras unos primeros compases de acoso rojiblanco, pero con el paso de los minutos el partido se fue pareciendo al de la ida. Porque el Arsenal, otra vez endeble en defensa, se hizo con el centro del campo.

El Atlético, impetuoso y con sobredosis de adrenalina insuflada desde la grada, no quería el esférico. Sólo pretendía la velocidad al contragolpe, con el peligro de Diego Costa, que tuvo su ocasión en el minuto 7. Se fue del francés Koscienly, lesionado y sustituido por Calum Chambers poco después, con gran facilidad, pero su disparo se marchó fuera.

El Arsenal sufría cuando no tenía el cuero y generaba mucho peligro cuando lo poseía. El lateral Bellerín fue un puñal por la banda derecha y el francés Lacazette, una amenaza constante para los rojiblancos. Un disparo de Koke con la zurda desde una esquina de área que salió rozando el poste del colombiano David Ospina y otro posterior de Griezmann hicieron soñar al Atlético con el tanto, que llegó en el minuto 48. Diego Costa, dentro del área, aprovechó una asistencia de Griezmann para hacer el 1-0 y provocar la explosión de la grada. Un gol que resolvía una primera parte mala y vibrante.

Tras el descanso, Ramsey perdonó lo que parecía el empate. El partido se descosió con el paso de los minutos y el Atlético encontró sus momentos, siempre con Diego Costa como peligro constante. Y el Arsenal volvió mandar en el juego, pero el Atlético aguantó hasta el final con mucha garra e ímpetu.