Roberto López ya había debutado en Primera División en aquel lunes de enero del 2019 en el que su equipo, la Real Sociedad, se enfrentaba al Espanyol. El jugador zaragozano de por aquel entonces 18 años saltó al césped en el minuto 61 sustituyendo a Sangalli. Su madre y su hermana estuvieron en Anoeta, no iban a perderse un momento como ese. «Fue una noche increíble, aunque creemos que la del domingo la habría superado», explica Ana Alcaide, la madre del jugador aragonés, porque aunque ya había tenido minutos con el primer equipo, en el partido contra el Valladolid hizo una gesta todavía mayor.

López salió de titular, se lo comunicó a su familia poco antes de que el árbitro marcase el inicio, a las tres de la tarde. A su madre le dijo entonces que «con fuerza y tranquilidad haría lo posible para ayudar al equipo», relata la progenitora. Y dicho y hecho. La Real Sociedad iba por debajo en el marcador ante un Valladolid muy persistente en el ataque y que se adelantó gracias al gol de Míchel Herrero. Ya en la segunda parte a Roberto López le tocó lanzar una falta alejada de la portería y no desaprovechó la oportunidad. Un balón con efecto salió de los pies del aragonés para colarse entre las manos de Masip e igualar el marcador. Así acabó el partido (1-1).

«Lo vimos muy tranquilo, como es él, pero no esperábamos que marcase gol en su primer partido como titular y en la primera jornada», confiesa Alcaide. Antes del encuentro López ya le dijo a su madre lo que sentía cuando supo que Imanol Alguacil le había alineado para salir de inicio: «Estoy contento, no me lo creo». Pero al finalizar, tras marcar el gol del empate, todavía concretó más. La progenitora explica que su hijo «llamó y dijo que estaba como en una nube, súper contento, que era una sensación indescriptible el haber jugado y marcado, poder ayudar a su equipo».

Ana Alcaide asegura que Roberto «es feliz siempre, pero haciendo el fútbol que le gusta desde que tiene cinco años es un chaval súper feliz». Empezó a jugar en el Amistad de Zaragoza y cuando creció hubo varios clubs que se interesaron por esa zurda que destacaba en la capital aragonesa. Probó en el Athletic de Bilbao cuando todavía cursaba los primeros años de la ESO, también el Villarreal para esa cantera de la que tanto se habla en España y viajó a Liverpool para ver si cuajaba en el fútbol inglés. Pero finalmente fue la Real Sociedad quien se hizo con el zaragozano, que ya ha renovado con el club hasta 2025.

Su madre lo tiene claro: «Con quince años nos ofrecieron la oportunidad y le dejé decidir, le dije que a donde fuese yo le seguiría», asegura. Por el momento la jugada ha salido bien, aunque el coronavirus ha privado a la familia de poder vivir el momento más cerca del jugador, Alcaide afirma que les habría «gustado ir a verlo», pero que «viajar tantos kilómetros para solo estar un ratito con él y con la pandemia...», no parecía lo más oportuno. Ella y su hija Alba no podían «asistir al encuentro porque ahora mismo no se puede entrar a los estadios», así que lo vieron en casa.

A la familia lo que realmente le importa es que Roberto esté «contento», afirman. Para el futuro solo quieren «que continúe como hasta ahora», dice la madre. Al describir a su hijo, dibuja una persona «humilde y trabajadora» y explica que siempre dice que «hay que trabajar para aprender y poder ayudar cada día un poquito más al equipo».

La historia de este aragonés solo acaba de empezar, pues con 20 años todavía tiene recorrido futbolístico por delante para poder seguir sumando éxitos con su equipo. Por el momento Imanol Alguacil, que ya coincidió con el jugador cuando fue entrenador del equipo filial, ha demostrado la confianza que deposita en él. Roberto, por su parte, se lo ha devuelto marcando el gol del empate en su primer partido como titular en Primera División.