El Deportivo de La Coruña depende de un milagro para seguir con vida en la Liga de Campeones tras haber caído derrotado ante el Liverpool, en Riazor, con un solitario tanto del portugués Jorge Andrade, en propia meta. Con esta derrota, unida a la victoria del Olympiacos en casa ante el Mónaco, los hombres de Javier Irureta ya no dependen de sí mismos para clasificarse y aún ganando los dos encuentros que le restan en esta liguilla deberán esperar casi una carambola para clasificarse para los octavos de final. Incluso la tercera plaza del grupo que permite jugar la Copa de la UEFA se ha complicado, ya que se encuentra a cuatro puntos del alcance de los gallegos, a falta de seis por disputar.

En el duelo ante el Liverpool, la primera mitad fue el fiel reflejo de los males que sufren los coruñeses este año en su campo: sin claridad en ataque e inseguros atrás. Así, el Liverpool se aprovechó de estas debilidades para irse al descanso ganando, gracias al gol en propia puerta de Andrade. Los jugadores de Javier Irureta acusaron el golpe psicológico de verse prácticamente fuera de la Liga de Campeones y se empeñaron en tratar de entrar por el centro de la defensa visitante, donde el finlandés Sammi Hyypia y Jamie Carragher se mostraron muy seguros. En la reanudación, el choque prosiguió por los mismos derroteros, con un Liverpool muy ordenado y un Deportivo que no supo cómo crear claras ocasiones que, al menos, le dieran el empate.

TARJETA A ANDRADE Además, para rematar una día aciago para la parroquia blanquiazul, Andrade fue amonestado por el colegiado alemán Wolfgang Stark y se pierde por acumulación de tarjetas el encuentro que se disputará dentro de dos semanas ante el Olympiacos en tierras helenas.