Un gol en propia puerta de Gabi Schürrer puso la eliminatoria cuesta arriba para la Real Sociedad (0-1), que se enfrentó a un Olympique de Lyon netamente superior y con una calidad individual incuestionable que no se corresponde con el corto resultado obtenido anoche en Anoeta. El conjunto donostiarra no pudo mantener la imbatibilidad europea en su feudo y acabó el encuentro seriamente preocupado por las posibilidades que esta derrota le ofrece de cara al partido de vuelta del 9 de marzo en Lyon, donde el conjunto francés lo tendrá todo a su favor.

Los de Denoueix comenzaron dominando el partido, con llegada y alguna buena ocasión de poderse adelantar pronto en el marcador, como el disparo de Xabi Alonso en el minuto 6, que Coupet detuvo perfectamente. Pero la mala suerte se cebó en el conjunto donostiarra en la primera llegada del Olympique de Lyon al área contraria. Un centro sin apenas peligro de Malouda, que era a todas luces de Westerveld, decidió despejarlo Schürrer con tan mala fortuna que lo encajó en su propia portería, para regocijo del centrocampista de la Guayana y de su equipo. Era el primer gol que el conjunto galo marcaba en España en toda su historia.

Consciente de que la eliminatoria se ponía cuesta arriba, Denouiex aumentó el poder ofensivo, sacando al terreno de juego a Lee y, posteriormente, sustituyendo a Nihat por De Paula. Pero Le Guen también hizo sus cambios, y con la salida del rapidísimo Dhorasoo, el Lyon se hizo aún más peligroso. Un fortísimo disparo de falta de Karpin, el mejor de la Real, en el minuto 82, que se estrelló en el larguero, hizo renacer la fe en la igualdad, que finalmente no sería posible.