Un gol de Rodrigo Moreno al principio de la segunda mitad metió al Valencia, que había igualado en la ida a dos tantos, en la final de la Copa del Rey en un choque en el que el contragolpe local pudo con el dominio territorial visitante.

Fue un encuentro muy táctico, en el que el equipo sevillano no se lanzó descaradamente a por el gol que necesitaba para clasificarse, sino que jugó con la mente puesta en no arriesgar y en aprovechar las ocasiones que se generaran cerca de la meta valencianista. De hecho, del Betis fueron las tres opciones más claras del primer periodo. Mientras Joaquín lanzó un disparo muy centrado en la primera, en las dos siguientes Jaume Doménech se vio obligado a realizar dos buenas intervenciones.

La primera de ellas llegó en una falta lanzada por Canales y la segunda en un disparo de Jesé. En ambas, dos desvíos del meta a córner evitaron el gol visitante. El Valencia, por su parte, no conseguía hilvanar acciones de peligro, pues por la banda derecha no tenía profundidad, por la izquierda las galopadas de Guedes eran estériles y ni a Rodrigo ni a Gameiro le llegaban balones.

El equipo andaluz no dejaba espacios al Valencia, al tiempo que era capaz de impedir que el balón pasara por Parejo gracias a la presión que ejercía todo el equipo.

Poco cambió el encuentro en el tramo inicial de la reanudación, hasta que en un ataque de Piccini, el balón llegó a Gameiro, que cedió a Rodrigo, para que éste hiciera el 1-0 en el minuto 56.

Valencia, 1: Jaume Doménech, Piccini, Gabriel Paulista, Roncaglia, Gayà, Wass (Carlos Soler, m.75), Coquelin, Parejo, Guedes, Rodrigo (Cheryshev, m.68) y Gameiro (Diakhaby, m.84).

Betis, 0: Joel, Joaquín, Mandi, Bartra, Sidnei (Feddal, m.84), Francis (Loren, 65), Guardado (Tello, m.79), William, Canales, Lo Celso y Jesé.

Goles: m. 56: Rodrigo.

Árbitro: González González (colegio castellano leonés). Amonestó por el Valencia a Gabriel Paulista y Jaume Doménech y por el Betis a Joaquín.