La tarde ya empezó negativa desde antes del partido. Villa, que tenía muy pocas opciones de jugar, no pasó la prueba y se quedó en la grada. Es, con seis tantos, el segundo mejor artillero nacional de la Liga --sólo le supera Urzaiz-- y el Zaragoza se queda huérfano de gol cuando no está. Ayer volvió a quedar constatado. La ausencia del delantero asturiano cobró así tanto protagonismo como la presencia en el palco de Samuel Etoo, el máximo goleador del campeonato con diez dianas, que se pasó por La Romareda para ver a su exequipo justo después de su exhibición frente al Real Madrid. Decididamente, el gol no estaba sobre el césped.

Villa se lesionó en la segunda parte del choque en el Vicente Calderón. Abandonaba el campo en el minuto 50 por una microrrotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna derecha. Desde entonces, 220 minutos, con dos choques más --frente al Valencia y el Mallorca--, el Zaragoza no ha visto puerta. No es casualidad. También ha bajado notablemente la producción ofensiva. Fue muy baja en Mestalla y casi nula ayer, donde un cabezazo de un defensa, Alvaro, y un remate a bocajarro de Oscar, fueron las dos únicas ocasiones de gol. Otro dato: Víctor se permitió en El Sardinero la frivolidad de dejarlo en el banquillo. Salió después del descanso, pero el partido ya estaba cuesta arriba y acabó en derrota.

Centro de las miradas

Con Javi Moreno en una desesperante baja forma y con su pólvora mojada demasiado tiempo, el peligro de este Zaragoza se basa en la pareja que forman Savio y el Guaje . El brasileño es el que más está acusando la ausencia de su compañero de sociedad, porque las miradas de los rivales se centran exclusivamente en él. Que se lo pregunten a Cúper.

Mientras Villa tomaba asiento en la grada, ya cambiado después de la prueba, Etoo lo hacía en el palco. Embutido en un chandal negro y con una gorra, queriendo pasar de incógnito, junto a un amigo. No lo logró, por supuesto. Desde que la afición advirtió su presencia, el camerunés fue el centro de atención y no se cansó de firmar autógrafos, un día después de consumar su venganza más dulce con el Barcelona sobre el Real Madrid.

El Pichichi acudió a dar su ánimo a su exequipo, en el que ahora otro ídolo en la isla, Héctor Cúper, lleva camino de poder enderezar el torcido rumbo. Y lo cierto es que el ariete camerunés fue talismán, ya que el conjunto balear logró una victoria que no sumaba desde el 12 de septiembre para dejar el puesto de colista. Un fin de semana redondo, pues, para Etoo, que vio a un Mallorca serio y ordenado, pero con pocas aspiraciones ofensivas después de que Luis García abriera el marcador. El seguro que se hubiera aburrido con ese esquema.

También vio a un Zaragoza con casi nula presencia arriba y, sobre todo, sin gol. El tiene muchísimo en sus botas y bien que lo disfruta el Barcelona. Lo mismo que Villa, al que se añora y mucho en el conjunto aragonés cuando no está. Ayer estaba en la grada. Y allí se quedó el gol, a la espera de que el Guaje regrese cuanto antes.