Toca pensar en la Liga, en la próxima Champions o en ese abanico de seis títulos que los más optimistas auguran en la segunda temporada de Carlo Ancelotti. El técnico italiano, que se casó hace siete días en Vancouver (Canadá), tiene ahora la ayuda de un hombre de la casa, que a sus 46 años se ha convertido en el único fichaje del equipo en la vuelta al trabajo. Fernando Hierro volvió ayer a su casa y se estrenó sobre el césped de Valdebebas como segundo técnico.

Cualquier club que pretenda dar empaque a su proyecto y solidez a su cuerpo técnico está obligado a incluir a un hombre de la casa en su nómina, un exfutbolista que conozca bien el entramado del club, que rescate los valores de la entidad y que aporte su trabajo táctico.

Hasta ahora en el Madrid ese trabajo lo desempeñaba Zidane, pero el astro francés comenzó también ayer su andadura en el Castilla para dejar paso a Hierro, un hombre que representa como pocos el espíritu del Madrid tras 14 años en el club. Lo demostró en los días previos a la final de Champions de Lisboa ante el Atlético cuando impartió doctrina entre los jugadores blancos.

Unos meses antes de esa final, Florentino y Hierro habían sellado la paz después de un desencuentro de más de 11 años que se inició en la temporada 2002 con la invitación a Morientes a abandonar el club, la falta de acuerdo en las primas y la traca final de la no renovación de Del Bosque un día después de ganar la Liga. Tras lograr ese título, los jugadores pasaron de dar la vuelta al campo, mientras que el riesgo de que La Cibeles quedara huérfana de los campeones fue máximo. En la cena de celebración, Hierro y Raúl se las tuvieron tiesas con el presidente del Madrid, que no olvidó aquello.

El central malagueño dejó el club muy dolido, pero tras 11 años de distanciamiento, Florentino se encargó de cerrar las heridas. Lo hizo el pasado mes de febrero en una reunión con las peñas, en donde Pérez le tendió la mano al que ya es nuevo ayudante de Ancelotti.

Respecto al resto de novedades, de momento es segura la llegada de Kroos, al que se le quiere presentar esta semana. El siguiente podría ser James Rodríguez, el jugador del Mónaco que se ha convertido en el máximo goleador del Mundial, con seis tantos, tres menos de los que ha marcado en su club en la pasada campaña. A sus habilidades con el balón hay que sumar el control del mercado colombiano por parte del club blanco.

El capítulo de salidas lo encabeza Morata, que sigue pendiente de su fichaje por la Juventus. El delantero estuvo a primera hora de la mañana de ayer en Valdebebas junto a Casemiro, Illarramendi, Isco, Bale, Diego López, Carvajal, Jesús, Nacho y Arbeloa para pasar las pruebas médicas. Por la tarde llegó la primera sesión a golpe de Hierro.