Mientras el Madrid camina taciturno en busca de una revolución que su equipo reclama a gritos, el Atlético la ha acometido con una eficiencia envidiable y la celeridad necesaria para que Simeone tenga tiempo de trabajar con su nuevo plantel, aunque el precio que tuvo que pagar fueron unas semanas de incertidumbre, con despedidas ilustres y sin muy buenas perspectivas.

Sin embargo, a falta de más de un mes para que se cierre el mercado, el Atlético se presentó en el amistoso ante el Madrid con casi todo el trabajo hecho, tanto en los despachos como en el césped y con un resultado alentador. La apuesta del Atlético por asentarse entre los grandes de Europa sigue más vigente que nunca, con el atractivo de Joao Félix y la garantía de Simeone.

El Atlético ha acometido ocho fichajes para olvidar las seis bajas clave que ha tenido, algunas muy dolorosas para la afición, casi todas anunciadas antes de que se abriera el mercado. Pero el periodo de duelo ha pasado y el Atlético vive entusiasmado con su nuevo proyecto.

En casi todos los cambios de cromos que ha hecho el Atlético en verano se atisba una mejoría colectiva de la plantilla, con más competencia interna, más allá de lo que puedan aportar de más jugadores como Lemar, Vitolo o Morata, con mucho aún por demostrar con la camiseta rojiblanca; o un Diego Costa que afronta el curso de nuevo en un estado óptimo de forma.

Lo primero que se desmanteló fue la defensa, con las salidas de Lucas Hernández, Godín, Juanfran y Filipe; a lo que el Atlético reaccionó con Mario Hermoso, el portugués Felipe, el finalista de la última Liga de Campeones Trippier y el brasileño Lodi.

El sustituto inmediato de Rodrigo Hernández fue el madridista Marcos Llorente, pero el gran desembolso tuvo que ser para paliar el adiós de Griezmann, camino al Barça. Del Benfica llegó el jóven de 19 años Joao Félix, la perla por la que suspiraba media Europa, pero por la que nadie quería pagar los 126 millones de euros que ha costado.

En sus primeros minutos de pretemporada, João Félix se confirmó con un primer tiempo excelso ante el Madrid, que terminó 0-5 para los Atléticos, con un gol y participación activa en cada jugada de ataque del equipo. La guinda al verano se llamaba James Rodríguez, pero se atisba complicado que el Madrid acate la salida del colombiano después del bochornoso 3-7 que le endosó el equipo rojiblanco hace unos días.