Pombo anotó ante el Numancia dos dianas para alcanzar las cinco en esta Liga, ya que también había marcado en la victoria ante el Rayo, el tanto decisivo para el 3-2, y los goles en los triunfos por la mínima frente al Tenerife y el Córdoba. Es decir, sus goles han servido para cerrar 12 puntos, un tesoro incalculable que refrenda también la vital importancia del canterano ahora mismo en los esquemas de Natxo González.

Ha vivido esta temporada el jugador todo un carrusel de sensaciones, también fruto de ese proceso de maduración que ha necesitado un futbolista de innegable talento y que tiene en la irregularidad su hándicap. Ahora, ha alcanzado la continuidad y la regularidad y se ha visto muy beneficiado por el rombo en la medular y su paso a la punta de ataque junto a Borja. Ahí, a Pombo se le libera mucho de atribuciones defensivas y tiene libertad de movimientos para explotar su capacidad de asociación y sobre todo el cañón que posee en la pierna derecha para disparar desde media distancia.

Comenzó Pombo de titular en las dos primeras jornadas de Liga y después fue relegado poco a poco al ostracismo hasta pasar varios partidos fuera y ver una absurda roja ante Osasuna en el tramo final de ese choque. Sacó la cabeza con el gol ante el Rayo, en una magnífica jugada de Borja Iglesias, donde dejó al canterano solo con un pase hacia atrás para marcar a puerta vacía un gol que suponía la victoria en ese encuentro en La Romareda.

Cambio tras el parón

Sin embargo, todo cambió tras el parón navideño para Pombo. De valorar una posible salida del Zaragoza a convertirse en pieza indiscutible del equipo. Ante el Barcelona B Natxo González le dio la camiseta titular y no se la ha quitado en los últimos nueve partidos, donde ha conseguido cuatro goles claves en los que ha mostrado su buen disparo y su capacidad para irrumpir desde atrás sorprendiendo a las defensas.

Contra el Tenerife marcó tras recibir un pase de Borja en la frontal y de disparo ajustado para batir al guardameta del equipo isleño, exhibiendo su buen golpeo. Frente al Córdoba, Pombo acudió al espacio tras un certero envío de Zapater y marcó tras golpear lo justo el balón con la derecha ante la salida del portero Kieszek.

Mientras, en Soria confirmó ese muestrario ante el gol. El primer tanto en Los Pajaritos es un balón filtrado de Perone que toca lo justo Buff para dejar a Pombo con espacio y con tiempo para el golpeo (estaba en fuera de juego) para batir por bajo de fuerte disparo a Munir. Por último, el segundo al Numancia es otro perfecto envío de Zapater, su mejor socio por ahora, que ejecutó con un fuerte disparo y sin contemplaciones.

A esos cinco goles se añade la presión sobre la defensa del Oviedo que propició el segundo tanto mano a mano entre Forlín y Carlos Hernández, que fue al final el que marcó. Además, en Copa ha hecho dos goles, uno de cabeza ante el Valencia en Mestalla para maquillar el marcador (4-1) y el de penalti ante el Granada (3-0). Es decir, siete dianas en este curso.