Cristian Álvarez volvió a exhibir ante el Oviedo su extraordinaria capacidad en los penaltis, donde se ha revelado como un auténtico especialista. Al portero rosarino le han lanzado siete desde que está en el Zaragoza y ha atrapado cuatro, todos ellos vitales para que el equipo zaragocista lograse puntos, diez en concreto. Lo cierto es que el curso pasado fue fundamental en la ascendente carrera zaragocista que le llevó al playoff con actuaciones portentosas bajo palos y en la actual temporada, después de una renovación que puso en consonancia su salario con el carácter básico que tiene para el equipo, ha sido de los pocos que continuaron en la plantilla y han podido mantener un nivel similar, aunque es verdad que no ha firmado actuaciones tan decisivas como la temporada anterior. Con todo, es absolutamente indiscutible en la portería zaragocista.

En Cristian se adivinaron desde su llegada las cualidades de la tranquilidad y la agilidad bajo palos que son fundamentales en la capacidad en una suerte tan suprema como la de los penaltis. Siete le han lanzado desde que está en el Zaragoza y en todos ha mantenido esa calma, incluso en algunos ha tenido un cierto aire distraído antes de que el lanzador se disponga a ejecutar el penalti, armas que le convierten en un arquero tan eficaz en esa faceta. Ha repelido el 57% de los penaltis que le han lanzado.

ALVES Y KEYLOR

Y baste una comparación. El brasileño Diego Alves, que tiene el récord histórico en España, detuvo 25 de los 53 (49%) que le lanzaron en partidos oficiales entre el Valencia y el Almería, mientras que el mejor porcentaje solo si se mira a Primera lo posee el madridista Keylor Navas, que detuvo 9 de los 20 (45%) que le lanzaron en el Madrid y en el Levante.

La lista de penaltis detenidos se abre con la victoria en la temporada pasada en Gijón en la jornada 17 que salvó un valioso botín de tres puntos (0-1) en un momento delicado para Natxo González. Verdasca cometió la pena máxima y Michael Santos la lanzó a la izquierda del meta argentino que despejó ese remate y también el posterior de Pablo Pérez. En la jornada 24, cuando los tambores de destitución del entrenador vitoriano eran aún mayores, salvó otro triunfo al detener el penalti cometido por Lasure y lanzado por Alejandro Alfaro, disparado fuerte y colocado a su izquierda para que se consumara una victoria vital (1-0) en la reacción en la segunda vuelta.

En este curso mantuvo su magia en la pena máxima al comienzo del choque ante Osasuna que acabó en empate (1-1). Verdasca cometió esa pena máxima y se la adivinó a Brandon Thomas, que lo lanzó por arriba y a la izquierda del portero y que despejó de forma contundente.

Después, llegó una mala racha en forma de goles de penalti con hasta tres consecutivos. No pudo evitar el que dio la victoria (1-0) en Los Pajaritos al Numancia en la jornada novena, obra de Borja Viguera. Lo lanzó el punta del conjunto soriano muy colocado y a la izquierda de Cristian para certificar un triunfo en el minuto 84 que ya puso la soga en el cuello de Imanol Idiakez, que cayó una semana después.

EL FLANCO DÉBIL

En la etapa de Lucas Alcaraz encajó otros dos penaltis, ambos cometidos por Lasure. En Alcorcón Esteban Burgos se lo mandó por el centro y fuerte y el guardameta se lanzó a su izquierda para significar el primer gol de los dos que el conjunto alfarero, entonces líder de la categoría, le marcó al Zaragoza (2-0). Contra el Deportivo y justo antes del descanso, Quique también lanzó por el centro y fuerte para hacer el 3-1, dejando claro que esa manera de lanzar los penaltis no le ha venido bien a Cristian en el Zaragoza.

El rosarino cerró de momento su exitosa cuenta ante el Oviedo y con un partido que a falta de media hora tenía el 0-0 en el marcador. Alanís lo lanzó a la izquierda del meta, que lo rechazó primero con los puños y después con los pies en un acrobático gesto. Álvaro Vázquez se encargó con dos goles de dar enorme validez a esa intervención (2-0).