Ricardo Gimeno es el alma del Club Atletismo San José, uno de los equipos con más historia en Aragón con sus 21 años de vida. El gran aval de este técnico es su enorme experiencia, primero como atleta escolar, después como atleta de élite y, por último, buscando diamantes en bruto en el barrio zaragozano. Gimeno conoció el atletismo en el barrio de Las Fuentes estudiando en el colegio de Santo Domingo de Silos. Empezó en ese tradicional barrio en su centro más representativo. "Arturo Cutillas fue el gran impulsor del atletismo en el colegio. De allí salió una buena hornada de atletas como Belled, Alonso o Burillo", explica el propio Gimeno.

El exatleta y ahora entrenador fue un especialista de 110 y 400 vallas de buena estampa que disputó hasta tres Campeonatos de España absolutos. "Los que destacábamos del Silos fichábamos por el Helios. En los ochenta brillaron los hermanos Martín, los Ruata, José Sánchez Górriz, Enrique Pascual Oliva...". Por el equipo azul también pasó un fondista larguirucho de Soria. Era Abel Antón, que estuvo tres años en el club y batió todos los récords de Aragón desde los 800 a los 10.000. Después fue doble campeón del mundo de maratón.

En el año 86 Gimeno empezó a entrenar a atletas escolares y tras el Silos, se vinculó al colegio Miraflores. Su vida empezó a cambiar. "No me respetaban las lesiones y por cuestiones laborales decidí retirarme de la práctica del atletismo. Después decidí casarme". Fue en el año 1993 cuando se creó el Club Atletismo San José en el núcleo de las instalaciones de La Granja. Fue aquí donde pudo plasmar todos sus conocimientos acumulados con los técnicos con los que se entrenó. "El primero fue Arturo Cutillas. Fue el iniciador de todo. Movió 250 atletas y 20 colaboradores. Después me llevó Pedro Pablo Fernández. Domina la velocidad, el atletismo que no se ve y el espíritu de grupo". Después pasó a Pedro Millán y José Castán.

El San José ha llevado una línea muy homogénea a lo largo de tantos años de trabajo. "Todo ha sido muy progresivo en el club y ha funcionado muy bien el boca-oreja. A base del fomento del atletismo escolar en el barrio hemos crecido poco a poco. Tenemos retos y el objetivo es ver a los niños hacer lo que les gusta", explica.

FILOSOFÍA

El San José nunca ha llegado al centenar de atletas. Este año se acerca a los 70 atletas escolares que llevan la camiseta roja del club. En el club prima más la formación y la diversión que la competición. "Somos un club muy familiar. Los niños vienen a divertirse y a formarse como personas. Fomentamos el espíritu de equipo y el compañerismo, que es casi más importante que la competición". Gimeno reflexiona sobre la forma de introducir la competición en los niños. "No es positiva. La experiencia de los años me demuestra que hay que saberla llevar bien e introducirla poco a poco. Al principio de manera disfrazada y en pequeñas dosis. Me pongo enfermo cuando veo entrenadores de atletas infantiles cronometrando en la pista. Ese no es el camino. Eso lleva a la ansiedad y a los nervios. El atletismo escolar tiene que ser más relajado", valora.

Gimeno cuenta con la ayuda en las labores técnicas de Javier Burillo. La competición más importante que organiza el club es el Cross de San José, que se celebra en marzo. "Se hace en las pistas de La Granja. Y el próximo fin de semana nos desplazamos a Barcelona un buen grupo para disputar la Jean Bouin". La entidad cuenta como patrocinador con Aceitunas Sarasa. "También sacamos ingresos con una rifa de lotería para Navidad. Se completa con los 20 euros mensuales de las cuotas de los niños", dice Gimeno.

La temporada se cierra a finales de junio. "Hacemos en el Parque de La Granja una merendola y repartimos trofeos. Y aprovechamos el cross de Santo Domingo de Silos en diciembre para comer en el Stadium Las Fuentes", afirma.