La trascendencia de Di Stéfano traspasa cualquier límite en el mundo del fútbol. Más aún en el Madrid, al que dotó de un protagonismo universal al conseguir cinco Copas de Europa consecutivas. Todo eso se gestó después de una historia de película en la que aquel delantero llegó a enfrentar a los dos grandes del fútbol español, que se disputaban el fichaje del genio del siglo XX.

Di Stéfano nació el 4 de julio de 1926 en Buenos Aires. Era el mayor de tres hermanos dentro de una familia de campesinos. El barrio de Barracas vio nacer la pasión futbolera de Alfredo. Militó en el Sportivo de Barracas y con 15 años ingresó en las categorías inferiores del River Plate, club con el que debutó en el primer equipo cuatro años después, en 1943 ante el San Lorenzo de Almagro. Con 21 años logró el campeonato y fue el máximo goleador.

El destino quiso que tuviera que emigrar a Colombia por una huelga en su país. Fichó por el Millonarios y logró tres Ligas (1949-1951 y 1952) y una copa de Colombia un año después. Después de asombrar al fútbol mundial, el Millonarios fue invitado al 50 aniversario del Madrid. Di Stéfano no solo se llevó el trofeo, sino que cautivó al madridismo. Pero si el Madrid había puesto sus ojos en él, el Barcelona también lo hizo. Como Di Stéfano pertenecía a River y a Millonarios, Madrid y Barça aseguraron haberse hecho con los derechos del delantero al negociar cada uno con un equipo. Fue necesaria la intervención de la Delegación Nacional de Deportes, que dictaminó que Di Stéfano vistiera dos temporadas de blanco y otras dos de azulgrana, lo que no admitió el club catalán. Su presidente, Enric Martí, dimitió para mostrar su desacuerdo.

Debut en el Madrid

La Saeta Rubia debutó con el Madrid el 23 de septiembre del 1953, con 26 años ante el Nancy francés. A partir de ahí llegaron ocho ligas, en las que en cinco de ellas fue el máximo goleador. Pero aún quedaba mucho más a nivel internacional. Esas cinco Copas de Europa, de las nueve en que participó el delantero para firmar un total de 49 goles en 58 encuentros. Con el Madrid jugó 510 partidos (354 victorias, 66 empates y 90 derrotas) y marcó 418 goles antes de abandonar el club blanco, en 1964, con 38 años. Un año después fichó por el Espanyol para retirarse en 1966. Disputó 31 partidos con la selección y marcó 23 goles. Como entrenador dirigió al Elche, Boca Juniors, Rayo, Castellón, River Plate y Valencia. También al Madrid, en 1982, con el que logró una Supercopa de España (1991).

Jugador legendario

A esas cifras que decoran un palmarés que habla de 18 títulos en 11 temporadas, hay que añadir una Copa Intercontinental, una de España, una pequeña Copa del Mundo y dos Copas Latinas. Recibió el Balón de Oro como mejor jugador de Europa en 1957 y 1959 y la FIFA le incluyó en el Salón de la Fama en 1998 como uno de los 10 jugadores legendarios. En 1989, el semanario France Footbal le eligió como el mejor jugador de todos los tiempos. En el año 2000, Florentino le nombra presidente de honor del club.

Además del fútbol, Di Stéfano protagonizó un anuncio de medias de señora. Otro episodio mucho más comprometido fue su secuestro en 1963 en Caracas, donde iba a disputar la Pequeña Copa del Mundo con el Madrid. Varios miembros del Frente de Liberación de Venezuela se disfrazaron de policías y se lo llevaron del hotel. Fue liberado tres días después.