Definitivamente, Joseph Jones ha vuelto. Una artroscopia y cuatro partidos después, el pívot texano está mostrando lo mejor de sí mismo, una energía, una contundencia, una capacidad de dominio que le han convertido en protagonista. Frente al Estudiantes firmó su primer doble-doble como jugador del CAI Zaragoza al sumar 15 puntos y 10 rebotes --cinco en cada aro-- y con tan solo 19 minutos de juego. En realidad, nada que no hubiera advertido en su reestreno. En el naufragio de San Sebastián emergió su figura con 23 puntos, 9 rebotes y 28 de valoración, su cifra más alta en la Liga Endesa, todo un aviso.

No es que Joseph Jones sea un jugador nuevo, tampoco es que se haya transformado. En todo caso, el paso por el quirófano ha eliminado el lastre que suponían sus molestias en la rodilla y que le habían convertido en más irregular. Pero lo cierto es que Jones siempre ha estado ahí y así lo explica José Luis Abós. "Intenté retardar la operación por cómo estaba jugando. Creo que es ese jugador que seguramente aquí en Zaragoza no se le ha valorado lo suficiente y ahora se empieza a hacerlo y a ver la importancia que tiene en el equipo y para nosotros. Es un muy buen jugador que, a veces, ha tenido un rol secundario, de dar rebotes o de bloquear y no tirar. Lo ha hecho por el bien del equipo y cada vez que tiene ocasión de lucirse un poco, lo hace".

La descripción del técnico es, en realidad, el sino que ha acompañado a Joseph Jones desde su llegada a Zaragoza. Lo hizo como temporero, por unas semanas, a prueba, con la temporada en marcha, y convenció por su trabajo, por su carácter, no solo de números vive el jugador de baloncesto, para no solo terminar la campaña en el CAI sino ganarse un nuevo año de contrato. El trabajo y la implicación continúan como dos de sus grandes valores pero, además, en esta segunda temporada ha mejorado sus estadísticas y, desde que regresó de la lesión, está muy por encima de sus medias.

Está promediando 10 puntos por partido pero en los últimos tres suma 23, 14 y 15, respectivamente; ha aumentado también el número de rebotes de cinco a siete de media y casi dobla su valoración, pasando de 10 por jornada antes de la lesión a los 19 que ha promediado las últimas tres jornadas. El propio protagonista confirma que su espíritu no ha cambiado mucho. "Siempre trato de ser agresivo. Tras la lesión quiero ser mejor jugador y ayudar al equipo a seguir sumando victorias, por lo que cuando salgo a la cancha intento ayudar en todas las facetas para conseguir triunfos", dice el pívot.