Sucedió el sábado pasado en la primera jornada de la Liga de Clubs en División de Honor. La juvenil del Alcampo Scorpio Natalia Sainz se acercó a la jaula del de disco de Anoeta. Llevaba dos semanas sin lanzar, pero dio un zarpazo y mandó el artefacto hasta los 44,19. Nuevo récord de Aragón absoluto de una chica de 17 años. En las pistas también se encontraba Patricia Heredia, la hasta entonces plusmarquista de la especialidad con 43,43.

Incrédula, Sainz no se creía lo que había sucedido. «Tenía una molestia en el abductor y llegaba a ver qué pasaba. Me sorprendió el primer lanzamiento porque iba a asegurar para no forzar demasiado. Después hice tres nulos porque técnicamente no hice lanzamientos muy buenos y se me iban muy a la derecha, pero el primero salió muy bien de la mano y se fue muy lejos. Sabía cuál era el récord de Aragón, pero no esperaba hacer esa marca durante ese día», reconoce.

Este año ya ganó el Nacional juvenil bajo techo de peso. «Ese título me hizo más ilusión que el récord. Habíamos entrenado un montón para llegar bien. A falta de un lanzamiento iba cuarta y gané en el último tiro, con 14,77, récord de Aragón sub-18». Era su primer título nacional en pista.

Forma parte del grupo de fantásticos juveniles como Paralluelo, Oriach o Pintiel. Se inició en el colegio de Enrique de Ossó. «Fue hace nueve años. Hacía de todo, era rapidilla y practicaba velocidad. Me entrenaba Juan Romero, con Jorge Rodríguez y los últimos cuatro años estoy con Octavio Cotaina». No tiene un objetivo claro este verano. «Pero me gustaría ir al FOJE en Bakú», afirma.

Reconoce que no hay muchas chicas lanzadoras en Aragón. «El atletismo es muy sacrificado para los jóvenes y te tiene que gustar mucho. A la mínima que no ves resultados es un poco frustrante. El atletismo no es común y los lanzamientos todavía menos comúnes». Sainz es una joya como mujer. «Compagino muy bien los estudios y el entrenamiento. Hago primero de bachillerato y tengo una media de ocho».

Reconoce que le queda mucho por mejorar «técnicamente. Destaco por mi capacidad de trabajo y al gustarme tanto, no me cuesta lanzar. Tengo un gran potencial en mis piernas, soy rápida y salto un montón. Pero soy cabezona y a veces me pienso que me sale todo mal». Como todo joven, su sueño son los Juegos. «En mi cabeza no podría dejar de hacer atletismo. Ser olímpica a día de hoy es imposible. Aunque a largo plazo nunca se sabe», afirma.