El libro del ciclismo mundial cerró ayer en París una página y abrió una nueva era. Ya es historia el dato que decía que sólo cuatro hombres habían ganado cinco veces el Tour, la gran prueba ciclista del calendario, la más grande de cuantas se celebran a lo largo de toda la temporada. De los cuatro, tres de ellos (Eddy Merckx, Benard Hinault y Miguel Induráin) han visto en directo como su récord ha pasado a mejor vida. Jacques Anquetil, que falleció en 1987, fue el primero en conseguirlo entre finales de los 50 y principios de los 60. Los tres pentacampeones vivos felicitan a Lance Armstrong, aunque Merckx puntualiza que Armstrong ha llevado al ciclismo a una nueva dimensión, con su dedicación exclusiva a la ronda francesa, algo que no hicieron los anteriores campeones.

Antes que el estadounidense sólo Miguel Induráin había ganado esos cinco Tours de forma consecutiva. "No me preocupa que haya ganado seis seguidos. Yo hice mi historia, ahí ha quedado y estoy muy orgulloso de mi palmarés. Sólo puedo felicitarle. Algún día, como me pasó a mí, no andará. Es ley de vida", afirma el navarro con su habitual pragmatismo.

EL RECORD DE LA HORA El belga Eddy Merckx, considerado el mejor corredor de todos los tiempos, apodado El caníbal por su hambre insaciable de triunfos, elogia tanto la capacidad del estadounidense como su voluntad de sacrificio, Pero recuerda que el ciclismo de su época era muy distinto al actual, marcado por la repercusión adquirida por la ronda francesa. Y va incluso más allá al hablar de un récord que no entra, ni mucho menos, en los planes de Armstrong. "En ciclismo sólo hay un récord que vale y es el de la hora, que yo batí en mis tiempos. En mi época, el Tour no tenía la importancia de ahora y yo jamás sacrifiqué toda la temporada como hace él. De haberlo hecho, habría ganado más de seis veces".

VOLUNTAD DE SACRIFICIO Bernard Hinault, actual jefe de protocolo de la ronda francesa, ha seguido muy de cerca las seis victorias de Armstrong. "Sólo puedo felicitarle. Gana porque tiene una impresionante voluntad de sacrificio. Es, además, una persona muy metódica y profesional".

Jean-Marie Leblanc, el director del Tour, también elogió la actuación del estadounidense, de quien dijo que es el ciclista más grande en la historia de la carrera. "Los números así lo dicen. Pero no es invencible. El Tour es más grande que Armstrong", puntualizó el organizador, quien considera además que Armstrong le ha dado una lección a sus rivales en "profesionalidad, preparación y concentración".