El grupo inversor mexicano que encabeza Luis Manuel Lobato Blanco permanece en Madrid, al menos dos de sus miembros --uno el propio Luis Manuel--, a la espera de que mañana o el martes el Real Zaragoza obtenga una respuesta definitiva y por escrito por parte de la sede central de la Agencia Tributaria --así se le ha pedido--, aunque las noticias de la sede regional del pasado viernes fueron negativas. De todas formas, el Zaragoza tiene esperanzas de que el diálogo entre ambas sedes haga que la Agencia Tributaria termine por aceptar el último calendario de plazos y que entonces se dé el desembarco de ese grupo mexicano, cuya decisión final se espera para principios de esta semana, como máximo antes del miércoles.

A pesar del paso de los días y de la situación del club, el preacuerdo vinculante al que llegó el Zaragoza el 13 de junio ya ha sido renovado en tres ocasiones a la espera de ese OK de Hacienda que no llega. Y el interés del grupo mexicano por entrar en el club está vigente. Sin el visto bueno del fisco, el Zaragoza tiene que pagar, al margen de los 3,5 millones de ahora, otros 18 en septiembre, lo que imposibilita casi cualquier desembarco inversor. Con el calendario propuesto y en el que se han introducido avales del grupo azteca, el club pagaría 5,4 millones hasta diciembre y el resto estaría avalado por los derechos de TV y un 25% de los traspasos.

Javier Lasheras sigue trabajando en otra vía inversora que incluiría la aportación de empresarios aragoneses de mayor envergadura económica y solvencia y por ese camino se han producido avances, aunque aún la posibilidad no está cercana. La opción de un desembarco tutelado por la Liga y por su presidente, Javier Tebas, sigue abierta a través de un fondo inversor que buscaría la LFP. De hecho, tiene una oficina en Asia dedicada a esa labor.