Los empresarios aragoneses que ahora tienen el control accionarial del Real Zaragoza y el grupo mexicano que aspira a comprarles el 80% de sus acciones para convertirse en el nuevo propietario de la Sociedad Anónima Deportiva compartirán los gastos de la operación, pero dependiendo del capital que tenga cada parte. El Zaragoza, por ejemplo, necesita 8,1 millones de euros para pagar las deudas de esta temporada y poder planificar la plantilla del próximo curso. De esa cantidad, el 80%, es decir unos 6,5 millones de euros, tendrá que aportarlo el grupo mexicano y el otro 20%, unos 1,6 millones, los empresarios aragoneses.

Lo mismo sucederá con los 9,8 millones de euros que los empresarios se han comprometido a pagarle a Agapito Iglesias por el 90,3% de sus acciones. El constructor soriano solo se ha quedado con un 1% de los títulos que tenía de forma personal. En este caso, el grupo mexicano tendrá que aportar 7,84 millones de euros y los empresarios aragoneses 1,96 millones. Agapito percibirá los 9,8 millones de euros pactados en un periodo de diez años y el primer pago se realizará en el enero del año 2015.

OBLIGADOS A COLABORAR Los empresarios esperaban repartirse alguna cantidad por la venta de sus acciones, pero ahora se verán obligados a colaborar con el grupo mexicano tanto en el aval para pagar los 8,1 millones de euros que se necesita para hacer frente a lo que se debe de esta temporada como por la compra de las acciones de Agapito Iglesias. El grupo de empresarios aragoneses se quedarán en minoría dentro del capital de la sociedad, pero contarán con varios miembros en el Consejo de Administración de la misma.

Agapito Iglesias tuvo también otras opciones para vender sus acciones, pero al final realizar la operación con el grupo de empresarios encabezados por Mariano Casasnovas. Ese grupo se vería luego mermado de gente, puesto que Míchel Castillo decidió no seguir adelante en el proyecto y tampoco quiso hacerlo Víctor Otal, que había actuado en las conversaciones en representación de Castillo.