Un mensaje de optimismo inundó ayer la sala de prensa de la Ciudad Deportiva. Lo lanzó Cristian Álvarez, portero del Real Zaragoza, uno de los capitanes del equipo y referencia en el vestuario. Y lo dirigió, especialmente, a sus compañeros más jóvenes, a los que puede pesar una situación tan delicada como la actual. «Les digo que sean fuertes y que se acuerden de sus compañeros. Todos tenemos que apoyarnos en el de al lado y en quien tenemos cerca», transmitió el argentino.

Pero, para ello, resulta imprescindible ganar. Ya. «Habrá que empezar a sumar y a darles una importante cuota de tranquilidad. La situación es la que es y ahora toca levantar a la gente que está un poco desanimada y entre todos hacernos fuertes y sacar, poco a poco, la situación adelante», añadió.

Porque, asegura el meta, nada es eterno. «Todo muta y creo que la situación va a cambiar para mejor. Siempre hay que mirar hacia adelante. Nada es para siempre», insistió el portero, que tiene la menta puesta «al cien por cien» en el partido del próximo domingo ante el Córdoba. «Tenemos que ganar y estar convencidos de que vamos a hacerlo. Necesitamos que así sea y tener la perspectiva de que queda muchísimo y que esto es muy largo y va a pasar mucho».

El vestuario sigue «unido», según el meta, que afirma que «las cosas se verán de otro modo cuando lleguen las victorias. La gente nos llevará en volandas. Como siempre». Para ello se impone cerrar de una vez la portería y, por consiguiente, dejar de encajar primero. Dos factores que afectan directamente a Cristian. «Todo equipo que aspira a tener tranquilidad o a algo importante necesita tener la portería a cero. Tenemos que hacernos más fuertes defensivamente con más tensión y atención».

Cristian también cuenta con el entrenador, al que ve «fuerte» para afrontar el reto de salir de esta. «Lo veo con confianza. Tiene muchísima más experiencia que entre todos nosotros juntos y se le ve que ha pasado mucho por esto y tiene la convicción y seguridad de que sacaremos esto adelante», subrayó el argentino.