El consenso dentro del cuerpo técnico que conforman Víctor Muñoz, entrenador, Miguel Pardeza, director deportivo, y Pedro Herrera, secretario, técnico no deja fisura alguna sobre la necesidad de que Dani forme parte del proyecto para la próxima temporada. Sin embargo, el silencio que mantiene la sección administrativa del club a la contraoferta realizada por el jugador hace mes y medio ha alejado casi de forma definitiva al futbolista de una posible renovación. La distancia se ha hecho prácticamente insalvable, ya que en estos momentos tiene un acuerdo verbal para fichar por otro conjunto, una negociación encauzada que podría cerrarse la próxima semana si los acontecimientos no dan un giro brusco en otra dirección. Su asesor asegura que las conversaciones con el Real Zaragoza no existen y Dani nunca ha ocultado su malestar por lo que considera un trato discriminatorio en lo económico y escasamente sensible en lo personal.

UN GRAN CONTRASTE Las valoraciones procedentes del entorno del mediapunta, quien deseaba prolongar su relación con un equipo que le ha recuperado para el fútbol a nivel competitivo, contrastan con el punto de vista de la entidad que preside Alfonso Soláns, cuya oferta de 450.000 euros fijos por temporada más incentivos no tiene visos de mejorar pese a la insistencia del cuerpo técnico en que el jugador es una pieza fundamental para la plantilla que se quiere diseñar.

La guerra por Dani no alcanza sólo al pulso intrínsico de la operación, sino también a a los técnicos, quienes consideran que Jerónimo Suárez, director gerente, ejerce una negociación muy encorsetada y lenta. El ejecutivo, sin embargo, simplemente se ajusta a su papel de funcionario y a las directrices económicas marcadas por su presidente, unas líneas de actuación muy claras que contemplan una prudencia inversionista nada novedosa desde que Soláns se hizo cargo de la sociedad. La falta de sintonía entre ambas partes ha abierto una fisura porque se sospecha que el club ha planteado una guerra fría con el futbolista para que ceda en sus pretensiones, una pose de peligrosas consecuencias como se ha demostrado. Siempre, claro está, que por Dani exista el mismo interés desde la cúpula zaragocista, donde se ha extendido la opinión de que el fichaje de Oscar completa las necesidades de ese puesto.

La apuesta por Movilla (5,5 millones de euros brutos) es valorada por la gerencia como prioritaria, en lo que coincide con un cuerpo técnico que se quedará sin Dani en una batalla que va a perderse en casa.