El equipo de Máximo Hernández es, con diferencia sobre el resto, el más modesto de Primera División. Ya no sólo por una cuestión económica, sino porque gran parte de los futbolistas de su plantilla han tenido un contacto fugaz, y en ocasiones ya lejano, con la élite. Poca sangre azul por lo tanto en un grupo trufado de guerreros curtidos en mil batallas, la mayoría al margen de la púrpura. En la alineación que presentará hoy el Numancia hay dos jugadores, Juanpa y Antonio, que se han estrenado en la máxima categoría esta misma temporada. Ninguno de ellos puede presumir de un título, al menos en España, y carece el conjunto soriano de internacionales salvo el portero uruguayo Alvaro Núñez, que lo fue en una ocasión con el combinado de su país.

La estrella del conjunto soriano, más por exótica que por rendimiento en la Liga, donde llegó de la mano de la Real Sociedad, es el coreano Lee Chun Soo, quien hoy regresa a la titularidad frente al Real Zaragoza. Vino para dar relevos a Nihat y todavía no ha conseguido un solo gol el menudo y veloz mediapunta asiático, induscutible en la selección que eliminó a España del Mundial de Corea y Japón. Idolo de masas en su país, aquí apenas ocupó reportajes y entrevistas más allá de su llegada.

Todo un veterano

El veterano Jaime, un central de corteza dura con el mayor número de encuentros en Primera de toda la plantilla, tuvo su mejor época en el Mérida (97-98) y Tevenet, todo un trotamundos que el año pasado vistió la camiseta del Algeciras, dejó lo mejor de su fútbol en el Sevilla que le vio nacer antes de que inciar una errática carrera por la irregularidad que le llevó de paso por el Atlético y por el Las Palmas, su último destino de cierto nivel. Entre los que han vivido experiencias de Primera destacan también Pablo Sanz y Graff, los dos con un Rayo Vallecano al que acompañaron hasta Segunda B antes de fichar este verano por el Numancia.

Juanma, el portero titular, jugó en 13 ocasiones con el Atlético de Madrid, mientras que Carlos Merino tiene su pequeña historia en el fútbol extranjero. El bilbaíno se fue al Nottingham Forest, entonces en Segunda. El Athletic le fichó, pero su huella en San Mamés fue testimonial. Ochoa, de la cantera del Calahorra, tuvo sus cinco partidos con el Alavés antes del descenso. Aldo Osorio será la amenaza atacante para el conjunto aragonés. Procedente del Talleres de Córdoba, donde destacó por su olfato en el Torneo Clausura (11 goles), lleva un único tanto en su cuenta particular.

Este escuadrón será el que se enfrente al Real Zaragoza. Ni una gota de sangre azul. Todos esforzados de la ruta que pelean por algo de gloria o, lo que es lo mismo para ellos, por la permanencia.