Hicham El Guerruj vio truncada en el número 29 su racha de victorias en el 1.500, prueba en la que había dominado en los últimos años pero el estadio Olímpico de Roma puso una nota de preocupación en su ánimos a mes y medio de los Juegos Olímpicos de Atenas. Venció un atleta de Bahrein, Rachid Ramzi, que compitió para Marruecos hasta 2002, con un registro de 3.30.25, el mejor del mundo este año.

El Guerruj, convocado a la Golden Gala como cabeza de cartel --en esta reunión ha batido dos records mundiales--, no perdía una carrera desde la final olímpica de Sydney, donde le batió el keniano Noah Ngeny. Ayer, sin reservas en sus piernas cuando afrontó la última vuelta, terminó octavo.

El rey del medio fondo no pudo ofrecer la trigésima victoria consecutiva a su hija recién nacida y, todavía peor, la sombra de sus fracasos olímpicos empieza a sobrevolar su cabeza con más obstinación a medida que se acerca una nueva final olímpica.

Entre la delegación española Glory Alozie, subcampeona olímpica de 100 metros vallas, se impuso, con una marca de 12.69 segundos en su prueba. La discípula de Rafael Blanquer, que batió el domingo pasado en Gateshead (Gran Bretaña) el récord de España con 12.57, superó en el último tramo de la carrera a la estadounidense Jenny Adams, que cruzó la meta una centésima de segundo después que Alozie.

Mario Pestano volvió a pasar de 65 metros en disco (65,21) pero esa marca en la Liga de Oro equivale al puesto que obtuvo, el sexto, en una prueba dominada otra vez por el lituano Virgilius Alekna con 68,42 metros.