Fue el gran protagonista del día. Al acabar el partido le reclamaban por todas partes, en la zona mixta, desde la grada chavales con el chándal del Azúa, su familia, sus amigos. Rodrigo San Miguel regresó a casa vestido de rojo y de ídolo, internacional absoluto, todo un señor jugador. Estuvo en la pista los 15.44 minutos que Colom se sentó en el banquillo, yendo de menos a más en su juego. Tuvo un duro oponente porque le tocó lidiar muchos minutos con Needham, cuya velocidad le puso en apuros al principio. En cuanto se ajustó en defensa, ofreció por ahí el rendimiento que necesitaba España.

Fue el que más flashes atrajo, el que más miradas concentró, seguramente también el más feliz. Salió de la pista con la sonrisa de un niño con un sueño cumplido y al que todavía le quedaba lo mejor, disfrutarlo con su gente. «Debutar en casa es algo que se puede dar muy pocas veces, es una ocasión única. Lo he disfrutado dentro de lo posible, dentro de que tenía que estar concentrado en el partido, pero he intentado disfrutar las pequeñas cosas, de la gente. Estoy muy feliz de haber ganado y de haber pasado a la siguiente ronda», señaló el zaragozano, que enmarcará la camiseta con la que ha hecho historia.

Tuvo que hacer un esfuerzo también para no distraerse. «Al principio he intentado abstraerme un poco porque si estaba más atento a lo exterior que al partido iba a ser complicado pero evidentemente te fijas en gente que ves, en el público, había mucha gente conocida. Y he recibido mucho cariño, la gente aquí me trata muy bien», añadió el base. Se cumplió su guión, ese que hubiera escrito él mismo si le hubiesen preguntado. «Es una satisfacción impresionante, es como si hubiera diseñado yo el guion. No se puede pedir más».

San Miguel extrajo una lectura más que positiva del camino que le trajo hasta aquí. «Esto es una carrera de fondo. Hay momentos complicados en los que no salen las cosas, en los que puedes llegar a dudar de poder estar a un buen nivel pero si hay persistencia, trabajo, día a día y crees en ti mismo, te llegan cosas muy bonitas. Esta ha sido una. En Tenerife también he vivido muchas estos últimos dos años. Está siendo una temporada espectacular», dijo un satisfecho Rodrigo, que también valoró la reacción de España en la segunda parte para llevarse el partido sin apuros pese a la insistencia de Montenegro.

«Brilló más en Minsk, pero le he visto bien en los minutos que ha estado en pista. En defensa nos ha aportado mucho cuando Needham nos ha creado más problemas de los necesarios, en el tercer cuarto lo ha parado», valoró Sergio Scariolo, el entrenador que ha hecho debutar a un aragonés en la selección absoluta 15 años después.