Alberto Guitián valoró la derrota frente al Rayo Vallecano, cuarta consecutiva, y aseguró que la plantilla pide disculpas a la gente «porque no estamos a la altura, lo sentimos mucho», aunque sí que destacó que están «trabajando al cien por cien para sacar esta situación adelante». Es uno de los que más minutos ha disputado tanto con Rubén Baraja al mando como con el nuevo técnico, Iván Martínez. Precisamente el central hizo un llamamiento al esfuerzo de sus compañeros: «Hay que concienciar a todo el mundo, todos somos necesarios en este equipo y todos tenemos que aportar, con doce o trece va a ser imposible».

Parece que en esto están de acuerdo jugador y entrenador, pues el míster también ensalzó a los once titulares y mostró algo de desconfianza hacia el rendimiento de los que salieron en la segunda parte. Coincidiendo también la valoración del desgaste físico, Guitián aseveró que «como en estos tres últimos partidos la primera parte ha sido buena, pero en la segunda el Rayo ha sometido demasiado, como ya pasó contra el Oviedo y en Ponferrada». «Nos meten atrás, no sé si tenemos miedo a ganar o a perder», confesó el montañés.

«Tenemos que quitarnos todas esas losas», añadió antes de apuntar que espera «que la suerte y la dinámica cambien cuanto antes». Lo que viene no va a ser más fácil para el equipo. De hecho, el domingo se medirán al Espanyol, que acumula siete jornadas consecutivas sin perder. «Sabemos que contra ese rival va a ser muy complicado, pero estamos viendo que todos los partidos en esta categoría son difíciles», pronosticó el jugador zaguero.

Para el Real Zaragoza esta temporada cualquier rival que se ponga por delante, en casa o fuera de ella, es peligroso. La dinámica en la que se encuentra el equipo no ayuda a cambiar la dirección. Después del cuadro catalán los de Iván Martínez se enfrentarán al Castellón, más asequible por su posición actual en la clasificación (solo un puesto por delante, con un partido y un punto más que el cuadro zaragozano). Pero Guitián reiteró: «Todos los partidos se pueden ganar y todos se pueden perder». Por lo tanto, el cántabro no da por imposible todavía el correspondiente a la jornada décimo quinta y tampoco por vencido el próximo que se disputará en La Romareda.