En diez días el CAI podría asestar un hachazo mortal a la LEB y largarse solo hacia la meta del liderato definitivo. Los caprichos del calendario le obligan a ejecutar sin fallo y en un espacio comprimido un triple salto mortal. Julbe y sus jugadores acometen el tramo más peligroso del curso al torear sin respiro con los tres rivales que acosan su sombra. Mañana recibe al Plasencia (segundo), viaja el próximo domingo a Bilbao (tercero) y volverá el viernes 27 a Zaragoza para medirse al Menorca (cuarto). Casi nada. Si sale de este entuerto con un pleno de victorias fabricará un colchón de triunfos que le hará vivir sin angustias ante un final de la Liga Regular menos accidentado.

El CAI se asoma a este precipicio como líder solitario (16-6) y convencido de su superioridad tras una racha de doce victorias seguidas y la guinda de la Copa. Si esto fuera poco cuenta con la ventaja de jugar en casa dos de sus tres duelos vitales. Justamente, bajo la protección del Príncipe Felipe, iniciará el intento de demarraje contra el Plasencia, el segundo en la LEB (15-7) y emborrachado de revancha tras la Copa perdida en Zaragoza. Los extremeños, ganando, atraparían al CAI. Al otro lado, el éxito local les alejaría a dos triunfos de la cabeza. Aún se puede ser más optimista. Todo sería redondo si la victoria supera los 16 puntos de diferencia, lo que remediaría la catástrofe del partido de ida (93-77 para el Plasencia) y pondría el basket-average en manos de los aragoneses ante un posible desempate.

Visitante implacable

El conjunto de Dani García es precisamente el turista más temido de la LEB. En la carretera sólo se ha dejado dos derrotas --Cáceres (82-78) y Gijón (96-75)-- y ha capturado ocho triunfos, en las que se incluyen los dos últimos --Aracena (84-94) y León (73-78)--. Sin embargo, tras la decepción copera, el Plasencia añadió un desliz inesperado ante Los Barrios (69-74) y parece sumido en un bache de juego.

Pero si la victoria de mañana podría cimentar el liderato del CAI, en las dos siguientes jornadas, el cuadro aragonés podría acercarse al factor cancha para las semifinales del playoff , cota donde se certifica el ascenso. Este objetivo pasa por conquistar La Casilla. El domingo, el CAI rinde visita al Bilbao, tercero en la LEB y a dos triunfos de los aragoneses (14-8). Pero el feudo vasco es casi inexpugnable y sólo el Cáceres, curiosamente el único rival que también ha vencido este año en el Príncipe Felipe, ha ganado allí (71-86). El equipo de Txus Vidorreta almacena diez triunfos ante su afición, entre los que se contabilizan los últimos cinco. A favor del CAI están los tres precedentes de esta temporada. Los zaragozanos vencieron a los vizcaínos en pretemporada, en la ida de la Liga (98-89) y en las semifinales de Copa (98-92).

Por último, el Menorca recalará en Zaragoza el viernes 27. Los baleares han igualado al Bilbao en la clasificación y están invictos en el 2004 con seis triunfos encadenados. Lejos de la isla sólo han caído en Bilbao (84-63), Huelva (88-62) y Cáceres (78-77) y han vencido al Plasencia (72-74), por ejemplo. Si el CAI les supera (el Menorca venció en la ida 90-88), y ha hecho antes lo mismo con sus dos perseguidores, el cuadro de Julbe sumaría 15 victorias seguidas, récord en la LEB.