Era el momento de mostrar todo el músculo, el circuito para calibrar las posibilidades reales del coche para el resto del año, y Lewis Hamilton y Mercedes dieron un golpe en la mesa. Lo hizo el inglés con un pilotaje impecable, con un ritmo feroz que ya todo el mundo conoce como el «Hammer Time» (el momento del martillo) y lo completó Mercedes con un coche más rápido y una estrategia sólida. Su máximo rival, el único, el binomio Sebastian Vettel y Ferrari, se volvió loco buscando una estrategia a la contra para reducir la diferencia. Los inventos salieron mal y sirvieron en bandeja el segundo puesto a Valtteri Bottas para que las flechas de plata firmaran un doblete que ha escocidoen Maranello.

Fue una carrera de laboratorio, de estrategias en las primeras vueltas. Romain Grosjean, uno de los pilotos mas peligrosos de la parrilla, volvió a liarla en la salida. Se salió y volvió a pista en la curva dos con el coche dando la vuelta. Alonso lo esquivó de milagro por la grava, pero el francés se llevó por delante a Nico Hulkenberg y a Pierre Gasly. Tres coches destrozados en la pista que obligaron a dar entrada al coche de seguridad.

Alonso cayó a la undécima posición, Sainz había ascendido a la octava, mientras que, por delante, Vettel le había robado la cartera a Bottas en la salida, aprovechando el rebufo de los 600 metros que separan la línea de salida de la primera curva. El duelo Hamilton-Vettel estaba servido en las dos primeras posiciones, y todo hacía indicar que los segundos, Kimi Raikkonen y Bottas, serían los conejillos de indias de Mercedes y Ferrari en los juegos de estrategia.

Hamilton imprimió entonces un ritmo bestial que nadie pudo seguir, aumentando constantemente la diferencia sobre Vettel. En Ferrari quisieron protegerse de Bottas y llamaron a Vettel a boxes. En ese momento, Bottas comenzó a tirar a ritmo de vuelta rápida. Llamaron al finlandés a box dos vueltas después y ya tenía ganados dos segundos sobre Vettel para ganarle la segunda posición. Lo que era un error de estrategia claro de Ferrari se enjugó con un mal pit stop de Mercedes, dos segundos más lento que el de Ferrari, así que Bottas regresó de nuevo por detrás de Vettel. Ferrari perdió su segunda bala cuando Raikkonen quedó fuera de carrera por un problema mecánico.

Mientras, los españoles peleaban con dos rivales inesperados, los Alfa Romeo Sauber. Mientras Charles Leclerc taponaba a Alonso, Sainz se la jugaba para adelantar a Ericsson, al que no pudo rebasar hasta que el sueco tuvo que hacer su parada. Al regreso de la ronda completa de primeras paradas en boxes, Hamilton mantenía los diez segundos de ventaja sobre Vettel, Bottas no se separaba de la cola del alemán, los dos Red Bull a diez segundos y después la clase media, encabezada por el Haas de Kevin Magnussen, por delante de Sainz, Leclerc y Alonso. El madrileño fue séptimo y el asturiano, octavo.

Ferrari movió ficha y llamó a boxes a Vettel para jugar a la contra buscando neumáticos frescos ante la posibilidad de la entrada de un coche de seguridad. Y ese momento de tensión llegó una vuelta después, cuando al tratar de doblar a Sirtotkin, Verstappen, otro de los tipos que siempre se meten en jaleos, dañó su alerón delantero en una extraña maniobra con el ruso. El fogoso holandés prefirió no entrar en boxes, para mantenerse tercero. El error de Ferrari le dejó fuera del podio y con la sensación de que el Mercedes se vuelve a escapar.