Dos semanas atrás, Lewis Hamilton igualaba en Canadá el récord de 65 poles en poder de Ayrton Senna, pero Lewis Hamilton no se detiene ahí. Va camino des ser el mejor clasificador de la historia. Este sábado consiguió la número 66 -a solo dos del récord absoluto de Michael Schumacher- en el circuito de Bakú, que no se le dio bien el año pasado en su estreno, y en el que nunca estuvo entre los mejores en las tres sesiones de libres de esta edición.

“Ha sido emocionante. Cometí un error en el primer intento, y solo tenía una oportunidad después de un fin de semana de muchos problemas para meter temperatura en los neumáticos”, explicó el inglés, que arrancará tres puestos por delante de Sebastian Vettel, su rival al título. “Será una carrera muy larga, pero salgo desde una posición inmejorable”.

BANDERA ROJA

Después de un error en su primer intento, Lewis Hamilton venía en tiempo de pole, con el mejor crono en los dos primeros sectores, y cuando iba a completar vuelta para situarse primero, se encontró banderas amarillas a causa de la avería en el coche de Daniel Ricciardo. Los comisarios sacaron entonces bandera roja y la sesión se neutralizó a falta de tres minutos y medio, el tiempo para salir del box, dar una vuelta de lanzamiento y otra lanzada, algo insuficiente en un trazado con tan poca adherencia.

Durante todo el fin de semana, y también las dos primeras mangas de clasificación, los pilotos necesitaron entre cuatro y siete vueltas para poner a los neumáticos en temperatura. Pero ni así. Hamilton calentó a lo bestia las gomas en la vuelta de lanzamiento y completó un giro brutal con el que batió a Valteri Bottas y a los dos Ferrari, entre los que Kimi Raikkonen fue más rápido que Sebastian Vettel. “Estoy un poco decepcionado”, admitió Bottas, que sabe cuál es su papel en la carrera: frenar a los Ferrari.

ALONSO CAE EN LA Q-1

Cómo se preveía, el motor Honda no permitió a Fernando Alonso ninguna satisfacción. Además de los 40 puestos de sanción en la parrilla de salida de este domingo (15:00 horas) por múltiples sustituciones de piezas, los tres segundos que este motor pierde en las rectas de Baku, le dejaron fuera de la Q-2 por primera vez en toda la temporada, en parte también, al verse obstaculizado ligeramente por Daniel Ricciardo.

Es una estación más del viacrucis particular del matrimonio McLaren Honda que martiriza al piloto español, y que ha dejado a su compañero, el joven y talentoso Stoffel Vandoorme, último de la clasificación en tiempo, además de los 35 puestos de sanción que también acumula, un desastre general.

“No queríamos usar muchos neumáticos para poder utilizar el máximo en caso de que en carrera entren muchos coches de seguridad, Intentamos hacer solo un intento, pero al final no fue posible, pero no nos va a cambiar mucho porque íbamos a salir ultimo y penúltimo”, explicó Alonso al término de la clasificación.

MUCHOS MOVIMIENTOS

“La intención es hacer la mejor carrera posible, que sea una carrera con muchos movimientos, pero visto el rendimiento de todo el fin de semana, será igualmente difícil para nosotros. Nunca hemos estado entre los 10 primeros, y eso nos dice que será difícil, pero también hemos visto muchos incidentes y eso puede hacer abandonar a muchos coches”.

Respecto a la vuelta en que fue entorpecido por Ricciardo, la explicación es pavorosa. “Supongo que él creía que no estaba en vuelta lanzada, que era la vuelta de volver a boxes, pero no es que fuera despacio, es que esa es nuestra velocidad en recta”.

SAINZ, DUODÉCIMO

Por su parte, Carlos Sainz también sabía que las larguísimas zonas de aceleración de este atípico circuito urbano, tampoco son el mejor escenario para el motor Renault de Toro Rosso.

El madrileño, al igual que su compañero Daniil Kvyat, se quedó a las puertas de entrar en la Q-3, en la sexta línea de la parrilla de salida por tiempos, pero que arrancará dos filas más atrás por una penalización tras su accidente en la última carrera de Canadá.