Parece lanzado hacia su segundo título. Seis años después de su primer cetro, el británico Lewis Hamilton dispone de un coche para ganar todas las carreras. De hecho, ha vencido en las tres últimas. Solo se le escapó la primera, el GP de Australia, por una avería. Pero, curiosamente, el piloto de Mercedes no es el líder del Mundial de fórmula 1.

Ese honor recae en el alemán Nico Rosberg. Su gran rival está en casa, comparte garaje, una situación que ya vivió el año de su debut, en el 2007, con Fernando Alonso en McLaren. Esta vez, sin embargo, no se barrunta que un tercero pueda entrar en liza, que pueda aprovechar la lucha interna, porque Mercedes dispone de un monoplaza muy superior al resto.

Mano a mano con Nico

Es la gran ocasión de Hamilton para sumar su segunda corona y para ir cerrando pequeñas cuentas como "ganar en Barcelona". "Es un trazado que se me atraganta, nunca he podido ganar allí. Esta es una buena ocasión para ello. Me encanta la ciudad y el circuito, lleno de fans, aunque ya sé que animarán a otro...", afirma en relación a Alonso ante el GP de España, que se disputa este fin de semana en Montmeló.

"Nico será muy rápido en cada carrera a la que vayamos, pero yo voy a seguir peleando por ganarlas todas y perseguir mi segundo título", mantiene el británico. Sin embargo, aunque ha sido el triunfador en las últimas tres carreras, es Rosberg el hombre que sigue al frente del Mundial, con 79 puntos por 75 de Hamilton, y en lo único que piensa el campeón del 2008 es en cogerle la medida a su compañero y superarle cuanto antes. "En el deporte, todo es un juego psicológico. No puedes medir el efecto que tiene en la gente el hecho de obtener buenos resultados, pero sé lo positivo que es para mí", añade.

No todo es Mercedes

A pesar de la manifiesta superioridad de Mercedes, Hamilton no descarta a otros equipos en la lucha por el campeonato ya que las cosas pueden cambiar mucho de una carrera a otra, con las evoluciones que vayan introduciendo. "Todavía quedan muchas carreras por disputarse, así que no se puede predecir lo que va a ocurrir. Ferrari dio un gran paso adelante en China. Sus coches no tienen el mismo ritmo que los nuestros, pero de acabar 10º en Baréin a ser terceros en la siguiente carrera es algo impresionante. Renault también mejorará su motor para la siguiente prueba, por eso no podemos dormirnos. Hemos de seguir mejorando, y sé que lo haremos", concluye.