Cuando Cristian Álvarez llegó al Real Zaragoza a principios del pasado agosto, el guardameta solo prometió «muchísimo trabajo» y «honestidad». A más de uno le extrañó que el club aragonés apostara por un portero que llevaba un año en el paro, pero el tiempo ha ido ajustando la decisión deportiva hasta convertirlo en uno de los futbolistas más destacados de la temporada. 25 partidos después, el argentino, de 31 años, celebra su renovación automática, que le une a la entidad de La Romareda hasta junio del 2020. En sus primeras palabras tras confirmarse su ampliación de contrato, el cancerbero se mostró radiante por su regreso al fútbol, donde espera estar mucho tiempo. «Aunque firmé seis meses, siempre pensé que sería para muchos años. Trabajo cada día para eso, no me modifica mi trabajo ni mi forma de ser. Mantengo el mismo compromiso que tendría si no hubiese cumplido el objetivo de partidos jugados».

El meta argentino ha superado el primer reto para su futuro, además de saltar barreras individuales. «Me encuentro muy feliz de haber podido ampliar el contrato, sobre todo de haber podido jugar esa cantidad de partidos. A nivel personal pude conseguir el primer objetivo que me planteé. Desde el primer momento sabía lo que podía dar. Estaba claro que no había competido desde hacía tiempo y nunca sabes cómo vas a responder en el campo, con la presión mediática y social que hay, además, en esta institución. Pero sabía que lo único que estaba dentro de mis manos era mi trabajo. Solo podía trabajar con honestidad. Es lo que he hecho y lo que voy a seguir haciendo. Además, a nivel personal fui decisivo algunas jornadas y eso ayuda a que la energía sea más positiva».

El guardameta, que fue quien puso las primeras piedras del crecimiento zaragocista, con actuaciones estupendas ante el Córdoba, el Alcorcón, el Lugo o el Nástic, ve con satisfacción la forma en la que el equipo ha renacido. «Miro con orgullo y admiración el trabajo de mis compañeros. El grupo está madurando mucho en algunos aspectos, a nivel deportivo, profesional y humano. Hay un crecimiento general, aunque la clave es no dormirse en los laureles. Hay que trabajar incluso más que cuando estábamos en una situación que no era favorable. Cuando las cosas van en una dinámica positiva, si aflojas un poquito la rueda vuelve hacia atrás y eso no nos lo podemos permitir. Hay que seguir apretando porque podemos lograr el objetivo lindo de entrar en los playoffs, que es la ilusión que tenemos todos desde el principio de temporada», dice Cristian, que advierte: «Conforme nos acerquenos arriba, la responsabilidad crecerá».

El portero dejó un mensaje para la afición: «No es normal que te acompañe tanta gente. Eso hay que tomarlo como la responsabilidad que es, con una ilusión grande por volver al lugar de prestigio que la institución siempre tuvo. Y eso nos lo hacen notar cada fin de semana, de local y de visitante. Podemos utilizar su fuerza».