-Debe ser un trago ser el capitán de un vestuario que lleva más de media temporada como colista.

-Es una situación difícil y como capitán tienes que intentar llevarlo lo mejor posible, ayudar en los momentos complicados. Cuando hay que tomar una decisión el entrenador nos consulta y nos pide nuestra opinión antes de preguntar a la plantilla. Intentamos ser sensatos. Somos la representación del grupo, tenemos que hacer nuestra labor en el día a día y ser el mejor ejemplo.

-Y apagar los fuegos internos…

-Durante la semana es normal que haya alguna pequeña trifulca, o gente con menos ganas de entrenar, pero cuando llega el fin de semana cada uno que le ha tocado salir al campo ha dado el máximo. Y en eso tiene mucho mérito el trabajo del cuerpo técnico, porque han sido los que nos han mantenido continuamente ahí, en cada ejercicio.

-Pero existe la sensación de que hubo un cambio con las salidas de diciembre.

-Después del mercado de invierno cambió bastante la situación, solo hay que ver los partidos que hemos disputado, los hemos competido todos de tú a tú. Creo que a nadie se le puede reprochar nada de rendimiento, por lo menos, de la entrega que hemos puesto en todos los partidos. Es de admirar cuando estás en una situación complicada durante tanto tiempo, porque al final se hace largo.

-Dice Chimy Ávila que salvarse sería un milagro. ¿Está de acuerdo con él?

-Sí, las matemáticas dicen eso. Estamos a siete puntos y quedan nueve en juego. Habría que ganar todos los partidos y que algunos equipos no ganaran ninguno. Es difícil, pero no imposible. Vamos a seguir peleando cada partido. Ante el Valencia saldremos a dar todo lo que tenemos. Intentar demostrar a nuestro público, que siempre ha sido muy fiel y nos ha apoyado siempre, que vamos a seguir peleando y que les vamos a brindar estos partidos que quedan. Pase lo que pase, vamos a estar juntos en todos los partidos.

-¿Qué ha faltado para llegar a este final con más opciones?

-Un poco de suerte, pero la clave fue la primera vuelta. Conseguimos una puntuación bajísima que nos ha lastrado. La segunda ha sido muy buena de juego y puntuación, que de haberla conseguido antes nos hubiera situado en mitad de tabla. Nos han castigado esos partidos en casa que hemos dominado, pero no hemos ganado por una jugada puntual, como el día del Getafe, o contra el Levante, que tuvimos tantas ocasiones y no pudimos vencer. Para un equipo que sube de Segunda es fundamental hacerse fuerte en casa. Si hubiéramos logrado ese par de victorias ahora estaríamos más en la pelea. Nos ha faltado ese puntito de experiencia que quizá otros equipos sí tenían. En cuanto a goles recibidos y anotados no estamos en zona de descenso. Lo que ha ocurrido esta temporada es que ha habido mucha igualdad. En esta jornada con la puntuación que tenemos, el año pasado estaríamos salvado. Bajaron equipos con 22 puntos. Nosotros ahora tenemos 30. Ha sido todo muy igualado y nos ha lastrado esa primera vuelta.

-Ahora han conseguido ese equilibrio. ¿Demasiado tarde?

-Cuando llegó Francisco el equipo cogió una soltura y una idea de fútbol porque nos costaba meter muchos goles. Sí es verdad que nos íbamos al ataque, pero luego nos costaba defender. Cuando fuimos a San Sebastián y empezamos a jugar con tres centrales, encadenamos tres partidos con siete puntos y sin encajar goles. Entonces nos dimos cuenta de que lo más importante en esta situación era blindar la portería y aprovechar las oportunidades que tienes. Así arrancamos una buena racha que nos hizo acercarnos a tres puntos después de estar a once. Últimamente también lo hemos conseguido, pero la Liga es un campeonato de regularidad.

-¿Tienen la impresión en la plantilla de que si la Liga dura un mes más se salvan?

-Quizá hayamos llegado tarde, pero este equipo cuando ha tenido las incorporaciones ha ido poco a poco a más y ha demostrado que puede competir con todos. Es una pena que solo queden tres jornadas, porque quizá con un poco más podríamos haber salido.

-El domingo volverá a haber una gran entrada en El Alcoraz, que se ha volcado con el equipo.

-Es una pasada. Lo hablamos muchas veces en el vestuario. Después de tantas jornadas como colistas y ver a la afición cómo se entrega, tanto en casa como fuera, donde también que viene mucha gente a vernos. Yo vivo en el centro y todo el mundo te anima, eso no tiene precio. En el Athletic cuando perdías casi no podías salir de casa porque te iban a decir algo.

-Afrontan el partido Sin Pulido, ni Miramón ni Yangel. Otra vez tendrá nuevos compañeros en la línea defensiva.

-Es una tónica de todo el año. Cuando hemos hablado de lo que nos ha faltado, las bajas han sido otro factor. Hemos tenido muchísimas. Jugadores que estaban cogiendo buen tono como Pablo Insua y de repente se lesionan. Eso también lastra, porque para nosotros y para los entrenadores es difícil confeccionar un once. Es importante tener un equipo tipo para ir compitiendo partido a partido y no se ha podido. Hemos tenido tres bajas y habrá que readaptar.

-Usted está cedido por el Athletic. ¿Cierra la opción de continuar en Huesca, sea en la categoría que sea?

-Ahora mismo no estoy pensando en eso. Tenemos que ir ganar estos tres partidos. Aún estamos vivos, con opciones, pocas, muy pocas, pero estoy centrado en ayudar al equipo en lo que pueda. Cogí el compromiso de estar este año y quiero seguir dando el máximo dentro y fuera. Ya veremos lo que ocurre cuando termine la temporada.

-Ya empieza a haber movimientos y declaraciones de diferentes futbolistas pensando en el futuro. Es normal que los jugadores se busquen la vida a estas alturas de temporada.

-Una cosa es buscarse la vida y otra hacer declaraciones públicas que no beneficien ni sirven para nada. Ahora mismo estamos en una situación difícil y este tipo de especulaciones y declaraciones no benefician a nadie, ni a ellos, ni al club. Yo me intento mantener al margen porque hay que luchar hasta el final.